Para la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada son necesarios, los mecanismos de protección de las instalaciones estratégicas del país
Ante el incremento de la inseguridad urge una reforma al marco legal que fortalezca los mecanismos y protocolos de protección de las instalaciones estratégicas del país, consideró la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada (Amesp).
El vicepresidente de la asociación, José Luis Calderón González afirmó que hace falta una legislación moderna, que determine los parámetros, estrategias y políticas para la prevención y protección de estas instalaciones, que pueden ser públicas o privadas.
“México se encuentra en peligro de sufrir atentados y sabotajes en sus infraestructuras críticas, que pongan en riesgo la seguridad nacional del país”, alertó.
Las infraestructuras críticas o estratégicas, explicó, son aquellas que, por su actividad, resultan esenciales para el funcionamiento de una nación. Su relevancia es tal que, en países con un mayor nivel de conciencia, cuentan con una ley propia.
Así, garantizan que tanto operadores públicos como privados apliquen los máximos estándares de seguridad y protección a redes de sistemas que dan sustento a los servicios esenciales que soportan el desarrollo del país como el sistema financiero, de comunicaciones, salud, logística, aeroportuario, entre otros.
En un documento turnado a ambas cámaras del Congreso de la Unión, la Amesp recalcó que la protección de dichas instalaciones tiene una relación directa con la seguridad privada.
Son las empresas de ese gremio las que participan con programas de capacitación, consultorías, instalación de sistemas y hasta guardias, por lo que también recordó la necesidad apremiante de tener una ley y Cámara Nacional de Empresas de Seguridad Privada.
Crece la inseguridad
Calderón González advirtió que la incapacidad de algunas agencias de seguridad gubernamental y el innegable incremento de los índices de inseguridad y falta de estado de Derecho en muchas regiones del país ha provocado que los servicios de este rubro sean una demanda prioritaria que va en constante aumento.
“Estos servicios de seguridad y protección modernos incluyen medios tecnológicos, físicos, políticas y procedimientos además de prever nuevas amenazas como los riesgos cibernéticos, fenómenos naturales y nuevas expresiones de violencia como el uso de drones para espiar, hacer contrabando de objetos y concretar ataques en infraestructuras”.
Por ello, la manera en que hoy está planteada la protección a las instalaciones a través de la pura vigilancia de instituciones como las secretarías de Marina y de la Defensa Nacional, ha perdido vigencia, aseguró.
Sin un organismo rector para la protección de infraestructuras críticas, en México, argumentó, los gobiernos de los tres niveles y sus infraestructuras son vulneradas constantemente sin que se haga nada.
En este sentido, ejemplificó con el bloqueo a vialidades y entradas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el más importante del país, “sin que se hayan visto reacciones por parte del gobierno de la ciudad u otras agencias de seguridad pública, a pesar de que las afectaciones tan grandes en costos, e imagen para el país”.