Casi el 80 por ciento de los gastos en las empresas de seguridad privada corresponden al abono de nóminas y los clientes y ya están retrasando los pagos debido al cese de sus actividades. Requieren de la disposición de efectivo, pues los desempleos pueden aumentar hasta un 30 por ciento.
Las empresas de seguridad privada mexicanas pidieron este lunes un diferimiento en pagos de impuestos para afrontar la pandemia, que ha generado una caída económica del 20 por ciento en el sector, denunció la asociación Agrupaciones de Seguridad Unidas por un México Estable (Asume).
“La industria se enfrenta a un panorama de mayores costos y menores ingresos” advirtió por videoconferencia el presidente de Asume, Armando Zúñiga, quien señaló el peligro que corren las compañías asociadas ante “el cierre de empresas que se consideraron no esenciales” y que precisaban de servicios de seguridad.
Zúñiga destacó la importancia de disponer de efectivo, ya que casi el 80 por ciento de los gastos en las empresas de seguridad privada corresponden al abono de nóminas y los clientes “están ya retrasando los pagos” por el cese de sus actividades.
“De no generarse los apoyos necesarios de manera urgente, los desempleos en el sector podrían aumentar hasta un 30 por ciento”, advirtió el representante de la agrupación de seguridad con más asociados en México, cuando por el momento esa destrucción de puestos de trabajo “no llega al 15 por ciento”.
Zúñiga cifró en “no menos de un 10 por ciento” las empresas de seguridad quebradas de las alrededor de 8 mil que existen en el país, como consecuencia la pandemia del COVID-19 que ha dejado ya 35 mil 22 enfermos confirmados y 3 mil 465 fallecidos, según el último reporte oficial.
COORDINACIÓN CON AUTORIDADES
La otra gran reclamación de Asume fue mejorar la coordinación con las autoridades estatales para afrontar el panorama de inseguridad derivado de la pandemia, que ha traído un aumento en los saqueos y los robos.
Hasta el momento, la zona más afectada por los saqueos ha sido la capital, Ciudad de México, donde gracias a la colaboración con el Gobierno capitalino se han abortado “alrededor de 80 intentos” de este tipo de asaltos.
“Afortunadamente, las autoridades han actuado, pero es latente. Si la interrupción de las actividades económicas sigue, sí hay el temor que la gente pueda salir a la calle a saquear por hambre”, dijo Zúñiga.
El presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERPV), Víctor Manuel Presichi, presentó además un estudio de su agrupación en el que cifraba en un 7 por ciento el aumento en los robos a unidades de transporte en los últimos dos meses.
“Estamos viendo un incremento en número de robos tanto en carretera como en zonas urbanas”, denunció Presichi, preocupado principalmente por el aumento de los asaltos en los estados de Tlaxcala (63 por ciento), Veracruz (54) y Puebla (38).