CRECIMIENTO DE LA SEGURIDAD PRIVADA VA AUN RITMO DE ENTRE 10 Y 24%

El crecimiento de la seguridad privada a un ritmo entre 18 y 24% en los últimos años hasta alcanzar hoy un valor en el mercado cercano a los 485 mil millones de pesos —equivalente a 2% del Producto Interno Bruto (PIB)—, propicia que la profesionalización de las empresas del sector sea prioridad para un desarrollo ordenado y responsable que sume al fortalecimiento de la industria y a la mejora de sus servicios para contribuir a una mejor y más sana convivencia social.

Armando Zúñiga Salinas, presidente de Agrupaciones de Seguridad Unidas por México (ASUME), dio a conocer lo anterior durante la inauguración del segundo diplomado que la organización organiza en conjunto con la Universidad Panamericana, el cual no es un curso “más de seguridad, sino una herramienta de capacitación empresarial que busca el perfeccionamiento del sector, el reconocimiento del factor humano como prioridad de la industria, crecer en competitividad, marketing y ventas, así como administración y finanzas”.

Son muchas las ramas que han hecho posible el auge de la industria en el país, tales como el de los oficiales de seguridad, custodia de bienes y valores, rastreo satelital, alarmas, blindajes, profesionales de seguridad y tecnología, entre otros. De igual manera, se estima que existen entre 8 mil y 10 mil compañías de este giro, pero sólo mil 200 aproximadamente están debidamente registradas ante el Gobierno Federal.

La falta de una adecuada legislación en la materia, ha dado lugar a la aparición de empresas que operan en la informalidad y que ofrecen servicios de baja calidad, condiciones laborales poco dignas y que desprestigian al gremio. “Es un círculo vicioso que las iniciativas propuestas ayudarían a abatir”, expresó.

Armando Zúñiga Salinas, presidente de ASUME, organismo promotor de la Cámara Nacional de la Industria de la Seguridad (CNIS), señaló que 98% de las empresas a nivel nacional cuenta con servicios de seguridad privada en todas sus ramas, lo que también ofrece empleo a más de 600 mil mexicanos.

Como ejemplo, señaló que la industria custodia el 100 por ciento del efectivo y la seguridad de todos los filtros de posiciones estratégicas de contacto ciudadano como los aeropuertos. En suma, es un sector estratégico que al mismo tiempo que ofrece oportunidades, también tiene su espacio negativo reflejado en evasión de impuestos, sueldos bajos y poca capacitación a sus empleados, además de baja calidad en los servicios.

Por ese motivo es que ASUME, que representa a las 32 asociaciones más representativas del sector de la seguridad privada en México, se dio a la tarea junto con la Universidad Panamericana, de realizar un diplomado que este año inició su segunda edición.

Para las asociaciones que conforman ASUME es fundamental, dar certeza a los derechos de los trabajadores que participan comprometidamente en esta industria, así como brindar a todos los usuarios de los servicios de seguridad privada, la confianza de que contratan personal capacitado y comprometido de empresas altamente profesionales.

ASUME ha pugnado por realizar modificaciones legales que le permitan a la industria abatir paulatinamente la presencia de empresas que operan en la informalidad y ofrecen servicios deficientes para los clientes, a la par que empleos poco dignos para sus colaboradores, afirmó Armando Zúñiga.

ASUME ha propuesto garantizar en la Ley Nacional de Seguridad Privada que la industria siga siendo un sector comprometido con la creación de empleos dignos y con alto grado de capacitación. Para los empresarios del sector, la capacitación de nuestro recurso humano es primordial, pues en promedio las empresas formales invierten, dependiendo del grado de especialización de sus colaboradores, entre 12 y 30 mil pesos en su formación.

Para responder a esta necesidad de capacitación constante de la industria de la seguridad, ASUME, en alianza con la Universidad Panamericana crearon el diplomado en Desarrollo de Empresas de Seguridad Exitosas, el cual busca incrementar la competitividad a través de un proceso de mejora continua, personal y organizacional.

A través de 120 horas de duración, los directivos de las empresas recorrerán temas como formulación e innovación en el modelo de negocio, estructura financiera sana, el mercado y su relación con los clientes, la sustentabilidad en la empresa, efectividad organizacional y dirección y sus procesos, todos necesarios para generar modelos de valor.

 

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