SEIS BÁSICOS DE FINANZAS PERSONALES PARA LOS HIJOS E HIJAS EN LA UNIVERSIDAD

Para muchos jóvenes en esta etapa crece la independencia para administrar dinero, así que papás, mamás, no los dejen solos.

Para muchas personas, en la etapa universitaria inician algunas actividades remuneradas y el acceso a instrumentos bancarios, por lo que aumenta la independencia para administrar dinero y para la toma de decisiones.

Se trata de una etapa que lleva a las y los jóvenes a poner en práctica habilidades financieras básicas para la vida real.

Este es un ABC del director de Educación Financiera de Citibanamex, Juan Luis Ordaz, y de Inversiones Sura que te puede ayudar a ti que eres papá, mamá, o ambos, a la hora de platicar con tus hijos e hijas sobre temas de dinero, o para ti que estás en la universidad.

¿Por dónde empezar?

1. Lo primero es establecer metas. Hay que definirlas de forma concreta y determinar los pasos para lograrlas. Decidir cuánto se ahorrará y con qué frecuencia.

2. Presupuestar siempre. Se debe crear el hábito de planear gastos de manera anticipada, y apegarse a ese plan es la base de unas finanzas sanas a cualquier edad. Aquí aplica aquella frase de la política del siglo pasado: “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.

3. Primero ahorra, luego gasta. Ya sea el dinero que el estudiante recibe en casa o el que se gana por trabajo, debe aprender a separar primero el ahorro y luego usar lo que resta para gastar.

4. El crédito. Im-por-tan-te: el crédito no es dinero extra. Que quede muy claro. Tan pronto se alcanza la mayoría de edad y se tiene una cuenta de débito o de nómina empezarán las ofertas de tarjetas de crédito.

Saber diferenciar entre pago total y pago mínimo para no generar intereses, cómo usar el crédito de manera responsable y cómo no sobre endeudarse son cosas que hay que aprender antes de contratar una tarjeta.

5. Ahorro e inversión. No es lo mismo, dijera Alejandro Sanz. El ahorro tiene que ver con el guardadito que haces para comprar algo en el corto plazo o para enfrentar algún imprevisto, mientras que la inversión busca crecer tu ahorro en el mediano y largo plazo a través de instrumentos financieros.

Invertir es la única forma de lograr que los ahorros no pierdan valor con el paso del tiempo. Analiza riesgos, compara instrumentos y opciones, pide ayuda a expertos y decide. Ojo, no te guíes solo por los altos rendimientos que te ofrezcan.

6. Ahorrar para el retiro. Aprender a ahorrar e invertir para tu retiro desde hoy. Mientras más joven se empiece, se requerirán montos más pequeños y se asegurará el bienestar en la tercera edad.

¿Cómo enseñarles a los hijos?

No se aprende lo que no se hace, así que si quieres que tus hijos aprendan a administrar dinero necesitan hacerlo. En caso de que aún no tenga un trabajo remunerado, definan juntos una cantidad fija y periódica que esté dentro de las posibilidades de la familia. De ahí se debe administrar para usar tanto en gastos necesarios como comidas, transportes y material escolar, como para entretenimiento.

Una vez que se estableció un monto, lo que sigue es enseñarles a elaborar un presupuesto para ese dinero y ese periodo. Es importante que lo primero que se anote sea el ahorro, y que se separe cuando se recibe el recurso.

Poco a poco y en la medida de las posibilidades de la familia, se puede introducir una cuenta de débito. Una vez que los hijos muestren responsabilidad y madurez, tal vez una tarjeta de crédito adicional, una inversión en Cetes (instrumentos de deuda gubernamental en los que se puede empezar desde 100 pesos), una cuenta de Afore, etcétera.

Como padre o madre, apoya este proceso poniendo el ejemplo, tracen juntos metas financieras, hagan juntos el presupuesto de la casa o ahorren en conjunto.

Sé paciente, pues habrá errores y gastos impulsivos, pero piensa que a todos nos ha pasado alguna vez. Ayuda a retomar el camino con el aprendizaje obtenido por la mala experiencia.

El área de Educación Financiera de Citibanamex recuerda que las finanzas y las decisiones financieras son parte del día a día de todos los adultos toda la vida, y que si a tus hijos no les enseñas tú, ¿quién lo hará?

Si tú también eres principiante en el tema pueden aprender juntos.

 

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