Cambiar tus hábitos de consumo puede darle un respiro a la Tierra.
Diariamente y sin darnos cuenta contribuimos a la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), que se encargan de incrementar la temperatura de la Tierra y su aumento tiene una relación directa con el calentamiento global.
Una de las actividades que hacemos todas y todos tiene como factor principal el celular, para comunicarnos, trabajar y entretenernos.
Aunque el mayor volumen de emisión de GEI no proviene de las acciones del día a día de la mayoría de la población, es importante conocer el impacto que genera cada una de nuestras pequeñas acciones y de esa manera hacer conciencia para un cambio.
La huella de carbono es una métrica ambiental que nos permite calcular la totalidad de las emisiones de GEI generadas de manera directa e indirecta por una persona, grupo, organización, empresa, producto o servicio.
Se mide en masa de CO2 equivalente (CO2e o CO2eq) porque es el gas más abundante en los GEI y se utiliza como referencia en la medición del resto de los elementos.
Gases de efecto invernadero
El dióxido de carbono (CO2) es uno GEI que tiene un impacto más penetrante, debido a que permanece en la atmósfera por cientos de años y todavía más tiempo en los océanos. El metano y el óxido nitroso son los siguientes GEI más importantes por su permanencia y daño a la atmósfera.
¿Cómo puedo calcular mi huella de carbono?
Diversas instituciones han desarrollado herramientas que permiten conocer un estimado de las emisiones de GEI que generan las actividades que se realizan cotidianamente, por ejemplo la Calculadora 2030, dirigida por la empresa Doconomy, que permite a los consumidores, fabricantes y marcas medir su impacto climático.
De igual manera, Green Peace pone a disposición una calculadora que ayuda a concientizar sobre el impacto ambiental y para realizar esta métrica se necesita conocer los hábitos de consumo.
Ahora que conoces estas herramientas y sabes más sobre la importancia de la huella de carbono ¿ya calculaste la tuya?