El hecho de hacer correctamente un acto tan sencillo y cotidiano como respirar, puede suponer un cambio fundamental en nuestra salud física y mental. Y no somos prácticamente conscientes. Parece de perogrullo, pero lo cierto es que buena parte de la población no lo hace bien. Así lo corroboró un estudio realizado por investigadores de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) que pretendían analizar cómo era la postura y la contracción muscular de un grupo de jóvenes a la hora de respirar.
La sorpresa fue grande cuando se encontraron con que “para muchos sujetos jóvenes, la respiración abdominal parece ser una tarea difícil”. Y precisamente estamos hablando de un tipo de respiración que juega un papel fundamental a la hora de relajar el cuerpo.
Respiración
El objetivo fundamental de la respiración diafragmática 4-7-8 es precisamente lograr la relajación profunda del organismo
Para saber cómo se realiza correctamente una respiración con el diafragma, se puede realizar este ejercicio. Tumbado boca arriba, se coloca una mano sobre el abdomen y otra sobre el pecho. A continuación, se inhala por la nariz despacio, sintiendo cómo el aire va recorriendo el tracto respiratorio hasta llegar al abdomen. Cuando este se hinche y no haya espacio para más, se puede presionar un poco y comenzar a expirar lentamente.
La técnica se debe hacer sentado
Existen muchas técnicas en lo que a respiración se refiere. Una de ellas es la respiración diafragmática 4-7-8, cuyo objetivo principal es precisamente lograr la relajación profunda del organismo. Por eso está muy indicada para las personas que sufren trastornos de ansiedad.
Para llevarla a cabo es aconsejable sentarse en una postura cómoda. A continuación, hay que exhalar hasta vaciar los pulmones de aire y luego inhalar despacio por la nariz durante 4 segundos. Después, contener la respiración durante 7 segundos y finalmente exhalar con fuerza por la boca al mismo tiempo que se fruncen los labios y se emite una especie de silbido, durante 8 segundos. Se repite la operación cuatro veces, en dos ocasiones durante el día.
Existe también otra forma de hacer esta técnica de una manera más sencilla y corta. Se respira por la nariz durante 2 segundos, se contiene la respiración 3,5 segundos y se exhala por la boca durante 4 segundos.
Una buena manera de conectar con la naturaleza es salir a disfrutar de un paseo.
Es importante mantener una cierta constancia, porque si no los efectos no serán lo mismos. Para lograrlo es mejor establecer una rutina y repetir el patrón. Puede ser nada más levantarse o antes de ir a la cama, o antes del baño o la ducha, o al llegar a casa. Cada persona debe organizarse la jornada para poder llevar a cabo el ejercicio dos veces diarias por lo menos.