En Puebla hay alrededor de cinco mil guardias privados, de los cuales, casi el 70% opera de forma irregular porque las mismas empresas no los dan de alta ante Secretaría de Seguridad Pública; además, la entidad tiene el precio más caro por permiso en el país para que las empresas puedan operar.
Sin embargo, muchos de ellos no cuentan con las herramientas necesarias para realizar su labor, tampoco con la capacitación y controles de confianza para poder ser contratados, lo cual implica una falta de regulación y hay empresas que ofrecen servicios con precios muy económicos o muy elevados para la seguridad de sus clientes.
“En México el rubro de seguridad privada es algo que está muy prostituido porque hay mucha competencia, empresas por montón que no cubren las necesidades básicas de un guardia como es uniforme y equipamiento adecuado, muchas veces reciclan uniformes, llega otro y se le da la camisa o el pantalón roto, etc”, dijo.
Indicó que la informalidad en este sector también implica que no dan de alta a sus trabajadores a través dirección General de Seguridad Privada y las empresas buscan evadir esta obligación que por Ley permite ofrecer seguridad social o acceso a servicios de salud, cayendo además en una usurpación de funciones.
A esto, sumó que el estado de Puebla tiene el costo más caro de permisos para que una empresa de este tipo pueda operar, el cual es de no menos 50 mil pesos; mientras que, en entidades como Nuevo León cuesta 18 mil pesos; Queretaro siete mil 500; Yucatán 20 mil pesos y Ciudad de México tiene el más económico entre tres mil a cuatro mil pesos.