INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y CONECTIVIDAD: PILARES DE LA NUEVA REVOLUCIÓN EDUCATIVA

La aparición de la inteligencia artificial y su puesta a disposición al público implica una revolución transversal en todos los ámbitos de la actividad humana. Al igual que la aparición de Internet, está transformando profundamente la forma de concebir los procesos creativos y de resolución de problemas en todas las industrias; ningún otro campo se verá más afectado a medio y largo plazo que la educación.

La aplicación de la tecnología para mejorar el proceso educativo, potenciar las capacidades de los estudiantes y reducir la brecha de desigualdad fue una de las grandes promesas de principios del siglo XXI en todo el mundo. Pero el despliegue de los avances tecnológicos no implica una actualización automática de nuestros modelos educativos, sino la necesidad de iniciar un profundo proceso de ingeniería hacia un modelo de escuela y educación acorde con las necesidades del mundo actual. Esto significa no sólo transformar los contenidos y las dinámicas de la práctica pedagógica, sino también los medios.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ya está reconociendo el potencial de las tecnologías de IA para alcanzar su «Agenda de Educación 2030» y está llamando a sus estados miembros a aprovechar sus beneficios en términos de eficacia, personalización de la experiencia educativa de acuerdo a las necesidades individuales de cada niño y etapas de desarrollo, y escalabilidad de bajo costo para las instituciones educativas gubernamentales.

Otra razón importante por la que la incorporación de la IA en las escuelas es clave, es que ésta ya está llegando a la mayoría de las industrias, y tener una interacción temprana y familiaridad con este tipo de tecnologías puede dar a los niños una gran ventaja en términos de empleabilidad frente a los que siguen sin estar familiarizados. Sin embargo, las tecnologías de IA basadas en la nube diseñadas para apoyar el proceso educativo requieren, por supuesto, acceso a Internet.  Muchos países siguen enfrentándose a grandes retos relacionados con la conectividad y la accesibilidad y sus beneficios, especialmente en las zonas geográficamente más remotas y con contextos socialmente más vulnerables.

A nivel mundial, aproximadamente dos terceras partes de los niños en edad escolar (1,300 millones de niños entre 3 y 17 años) no cuentan con conexión a Internet en sus hogares, de acuerdo con UNICEF y la Unión Internacional de Telecomunicaciones; en México, este segmento equivale al 24.8% de los estudiantes. Por otra parte, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2022, publicada por el INEGI, indica una clara tendencia de mayor uso de Internet en zonas urbanas (83.8%) que en zonas rurales (62.3%).

La sinergia entre instalaciones educativas con redes confiables y de alta capacidad, más el uso de plataformas pedagógicas basadas en la nube, tiene el potencial de habilitar procesos verdaderamente funcionales de educación flexible o híbrida, con procesos presenciales y a distancia, permitiendo a los estudiantes acceder a la plataforma en cualquier lugar del campus en sus propios dispositivos, con la opción de restringir el acceso a sitios predeterminados.

Complementariamente, dotar a los espacios de transporte escolar de accesibilidad Wi-Fi confiable no es un tema menor, considerando que la mayoría de los estudiantes que utilizan algún tipo de transporte escolar pasan al menos 45 minutos diarios en sus traslados, además de la utilidad de permitir el monitoreo en tiempo real de las unidades en términos de seguridad. Con estos objetivos en mente, los expertos de Cradlepoint desarrollaron el Servicio NetCloud junto con enrutadores inalámbricos, que habilitan el poder de LTE y 5G para que el transporte público escolar transforme la experiencia de los viajes diarios de los estudiantes en un tiempo más seguro y potencialmente aprovechable en términos de actividades académicas.

La Comisión Internacional sobre el Futuro de la Educación de la UNESCO y otras organizaciones han puesto recientemente sobre la mesa el reto de la incorporación pertinente de las nuevas tecnologías en el proceso educativo, en documentos como el informe «Reimagining our futures together: a new social contract for education in 2021» donde se destaca que el aprovechamiento de los avances más recientes en campos como la IA, la neurociencia y la biotecnología dependerá de esquemas de «datos abiertos», optimización de la conectividad y protección de los datos personales.

A medida que los sistemas educativos de todo el mundo se modernizan e intentan incorporar el aprovechamiento constructivo de las nuevas herramientas de inteligencia artificial en procesos de aprendizaje novedosos, las economías en desarrollo se enfrentan al reto de emprender este proceso de re-imaginar los modelos educativos al tiempo que abordan déficits de conectividad y accesibilidad para garantizar que ningún niño se quede atrás y liberar el potencial de una educación de calidad a través de la tecnología.

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