¡El calor es el enemigo número uno de tu auto! Repasamos las razones por las que no debes estacionarlo bajo los rayos del sol
Estamos en plena primavera y el sol ha comenzado a surtir efecto en nuestros autos. Las altas temperaturas son perceptibles al interior del vehículo, que pareciera convertirse en un horno para los pasajeros.
Hay muchas razones de peso por las que el calor se considera el enemigo número uno de los automóviles. No sólo porque impide que nuestros trayectos sean cómodos o el hecho de que nos pone de mal humor en pleno tráfico.
Por si no fuera suficiente, muchas veces nos vemos obligados a estacionar el carro en lugares sin sombra. En esencia, esto se convierte en un problema a largo plazo y aquí te explicamos por qué.
¿Qué pasa si dejo mi carro en el sol?
Hablamos de una situación que no depende de nosotros, pero que sí está en nuestras manos prevenir. Empecemos por lo básico: la radiación del sol daña la pintura y la carrocería en general.
Aunque le apliquemos capas de cera, el barniz o laca que recubre la pintura va perdiendo resistencia dejando la carrocería al desnudo. También provoca la pérdida de brillo y la intensidad del color volviéndose opaca, explica Mapfre.
El maletero, el techo y el cofre son las principales zonas afectadas por la exposición solar prolongada. Lo puedes notar en autos viejos que tienen manchas de óxido ocasionadas por los rayos UV.
Además, tanto las gomas como las molduras suelen resecarse, mientras que los faros se ponen amarillentos. Ello ocasiona que la vista del conductor quede bloqueada porque la luz no alumbra con la misma fuerza que cuando las piezas son nuevas.
De acuerdo con la revista Vía Michelin, los automóviles están hechos de acero y aluminio. Dichos materiales absorben la energía solar y la convierten en calor. ¿Qué pasa si el carro se queda bajo los rayos del sol? Cuanto mayor sea el tiempo de exposición, mayor será la temperatura que se alcance en su interior.
Y hablando del interior del auto, el calor también ocasiona que materiales como el cuero y plástico se resequen. Una señal evidente de esto es la aparición de grietas y una cubierta blanquecina que no se puede eliminar con la limpieza cotidiana.
Y sí, la gasolina también se ve afectada. Con las altas temperaturas, el combustible tiende a evaporarse rápidamente y a su vez disminuye el rendimiento en el vehículo.
¿Cómo puedo proteger mi auto del calor?
Un par de horas de sol no causan daños severos en el auto. La mayoría de las consecuencias suceden cuando lo estacionamos con frecuencia en zonas donde el calor no da tregua.
Si por alguna razón no está en tus posibilidades dejar tu vehículo debajo de la sombra, aplica cualquiera de los siguientes consejos:
- Coloca un parasol, el cual reduce el impacto del sol en el salpicadero, protege los componentes táctiles y hasta el volante.
- Cubre las hebillas de los cinturones con un paño, al subir al coche podrás abrochar tu cinturón de seguridad sin quemarte las manos.
- Rocía tu auto con agua por las mañanas, esto ayudará a hidratar las partes plásticas y de goma antes que los rayos solares alcancen su mayor exposición.