Por Óscar Nolasco Martínez
Cada vez son más las empresas que trabajan con criterios de sostenibilidad, dicho de otro modo, que protegen los sistemas naturales del planeta y por ende mejoran la calidad de vida de las personas, garantizando el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social. Por lo anterior, el sector automotriz es uno de los referentes en esta materia, actualmente ofrece alternativas de transporte que van más allá de los combustibles fósiles.
Actualmente una de las metas de los fabricantes de autos, es desarrollar cada vez más opciones que emplean la propulsión eléctrica e híbrida. Para detallar; el auto eléctrico es aquel que genera su propulsión por medio de una batería, por su parte el vehículo híbrido es el que cuenta con dos mecanismos, uno de combustión interna y otro eléctrico que, en conjunto, generan la energía para impulsar el vehículo
De acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) en promedio el precio de un auto híbrido incrementa en alrededor del 30% en comparación con autos que utilizan gasolina. Es importante considerar este monto como una inversión -en un plazo de alrededor de 3 años- ya que el desembolso inicial se puede ver equilibrado con los ahorros de combustible y exención de algunos impuestos.
Los fabricantes de vehículos eléctricos también buscan acercar los mejores precios a sus clientes, en paralelo trabajan en aumentar la autonomía de sus baterías y generar la infraestructura suficiente para que los usuarios puedan tener más centros de carga en todo el país y alrededor del mundo.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), destaca que la compra de autos híbridos, todavía le gana terreno a los eléctricos: tan sólo en enero del 2024 el reporte de ventas acumuló la venta de 5 mil 747 unidades híbridas frente mil 241 eléctricas en territorio nacional.
Un auto híbrido es una opción práctica, atractiva y a mediano plazo; flexible, específicamente en viajes largos por la prestación de un motor a gasolina y otro eléctrico. Mientras que el auto eléctrico también brinda ahorros monetarios significativos, principalmente por el ahorro de la gasolina y es más funcional para las ciudades por los trayectos cortos pero depende sustancialmente del desarrollo de mayor infraestructura para su recarga.
Pese a ello y de acuerdo con el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, un vehículo híbrido anualmente emite 80% menos contaminantes que uno que usa meramente gasolina, mientras que el auto eléctrico no genera CO2, lo que se conoce como cero emisiones.
Actualmente existen facilidades financieras a la medida para estrenar un auto híbrido o eléctrico, algunas instituciones bancarias en su compromiso por reducir los factores contaminantes ofrecen tasas de interés más bajas que las que otorgan por financiar automóviles de combustión.
La tendencia es clara, las empresas y los ciudadanos transitan hacia el uso de energías limpias, adquieren más conciencia sobre el cuidado de los recursos naturales y por ende, la compra de un vehículo que concuerde con estos valores, se convierte en una opción inteligente y al mediano plazo en un ahorro que impacta directamente en su bolsillo. Claro, hay retos y factores que se deben considerar como la evolución de las baterías, la infraestructura que todavía es limitada pero cada cliente debe evaluar los factores expuestos para tomar la decisión que mejor se ajuste a su estilo de vida.