La construcción sustentable ha ganado popularidad en los últimos años debido a su enfoque en reducir el impacto ambiental y maximizar la eficiencia energética
En muchos países del mundo, incluida la Argentina, se expande la tendencia de la construcción sustentable. Hay un tinte de preocupación en constructoras y sus arquitectos por la protección del medio ambiente: disminuir el consumo de agua potable, energía eléctrica y aprovechar más los espacios.
Los edificios sustentables aportan a la descarbonización y al proceso del cuidado del medio ambiente pero el costo de construir este tipo de edificios suele ser mayor que el costo de construir uno tradicional.
Alan Milio es arquitecto en la desarrolladora Emprendeprop Real Estate y se dedica al diseño y construcción de edificios sustentables y tradicionales; él aclara que “lo que incrementa los costos de los edificios sustentables son sus materiales de bajo impacto ambiental, como, por ejemplo, el hormigón reciclado o la instalación de paneles solares para su eficiencia energética”.
Para tomar como referencia de los precios que se utilizan para construir una vivienda sustentable en el mes de diciembre del año 2023: los paneles solares 1.000 watts rondan los $520.000, membrana líquida para techos y terrazas rondan los $25.000 x 20 kg; tanques de agua, 1.000 litros $218.000, y porcelanato símil madera, 60 x 60 cm $15.000.
Qué significa una construcción sustentable
Para que un edificio sea reconocido internacionalmente como sustentable, requiere de certificaciones costosas. La más reconocida es la certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), creada por el Consejo Americano de Construcción Sostenible, y da estándares cuantificables para que un edificio pueda ser considerado “verde”.
Según la página oficial del Consejo, solo la inscripción para ser considerado en obtener la certificación tiene un costo de $1.700 USD por edificio. Luego, un costo de $5.600 USD por registro de cada edificio. “El presupuesto preciso para obtener una certificación LEED puede variar en función del tamaño y complejidad del proyecto, pero, en general, podemos estimar que puede oscilar entre $150,000 USD y $275,000 USD”, explica el desarrollado Alan Milio.
Los precios de la construcción de este tipo de edificios son más altos pero las unidades terminadas no se venden a precios más altos que las tradicionales. Es por lo que las pequeñas desarrolladoras no apuestan a la sustentabilidad, debido a la poca rentabilidad al hacer inversiones tan altas sin grandes retribuciones para sus inversores. “Algunas empresas lo hacen para obtener certificaciones como EDGE o LEED y obtener una diferenciación como método de marketing en un mercado de real estate cada vez más competitivo”, afirma Catalina Ventura, Licenciada en Comunicación. “El rango adicional que se debe afrontar en edificios sustentables es del 4 al 7 %”, concluye.
La pregunta es: ¿cuánto costará el mantenimiento de ese edificio en un futuro? Milio afirma que la variable más importante a considerar es el tiempo, ya que un edificio tiene un ciclo de vida útil de por lo menos 25 años. Esto lo lleva a incluir en la ecuación no solamente el costo inicial y agrega que “luego de sus primeros años se amortiza el costo y la obra comienza a ser más económica para aquellos que habitan la propiedad”.
María Caizza, miembro de Germinar, organización sin fines de lucro dedicada a promover la construcción sustentable en comunidades de bajos recursos, concuerda con esta afirmación. Ella destaca que “estas construcciones ofrecen una serie de beneficios económicos a largo plazo al ser energéticamente eficientes, lo que se traduce en reducciones significativas en las facturas de servicios públicos”. Además, agrega que cada vez más instituciones financieras ofrecen préstamos y subsidios para fomentar este tipo de construcción, lo que ayuda a compensar los costos adicionales.
Una vivienda sustentable tiene un costo de entre unos $700 USD y $900 USD por m2, mientras que el costo promedio en dólares de los últimos 3 años para una vivienda tradicional es de $650 USD por m2. “Esto nos demuestra que, con una diferencia en su costo, los edificios sustentables significan una inversión que dará frutos a futuro, no solamente en el plano económico; toma importancia incentivar estos cambios que requieren un esfuerzo, pero son valiosos a la hora de afrontar el cambio climático y la urbanización en todo el mundo”.
El impacto de la construcción
“El impacto puede observarse en menos emisiones de dióxido de carbono al medio ambiente, menos gases de invernadero y menos aporte al calentamiento global; así como en el beneficio a la salud de los individuos que habitan estas construcciones”, afirma Agustina Anderson es Licenciada en Ciencias Ambientales y profesora en el colegio San Andrés. Afirma que “lo principal a tener en cuenta en este tipo de obras es su ubicación y orientación; están diseñadas para aprovechar al 100% todos los recursos de su entorno para generar el menor impacto negativo posible en el medio ambiente y su integración con la sociedad”.
Anderson agrega que se prioriza la iluminación natural, una correcta regulación térmica, una buena calidad del aire interior y la accesibilidad; de esta forma, se garantiza el bienestar de los usuarios.
Hablando de números concretos, según la Licenciada en Ciencias Ambientales, las construcciones sustentables pueden reducir el consumo de energía en un 30% o más y el consumo de agua en hasta un 50%. Por ejemplo, el hecho de aislar térmicamente las paredes, techos y pisos de una construcción puede llegar a representar una reducción del consumo de energía para su acondicionamiento térmico entre 35% y 70%.
Si hablamos de impacto cero, podemos destacar los “edificios de emisiones de carbono cero”: son aquellos que tienen como objetivo que el balance sea de cero emisiones emitidas a lo largo del año, utilizando fuentes renovables. De acuerdo con un informe de la Global Alliance for Buildings and Construction, para alcanzar la descarbonización es necesario que los edificios de energía neta nula se conviertan en la forma principal de construcción hacia el año 2050.
La construcción y el uso de edificios es responsable del 38 % de las emisiones de CO2 y del 35 % del consumo de la energía en el mundo. “La población no para de crecer, y vamos a necesitar edificios para cubrir viviendas de lo que se estima serán 2.000 millones de personas más que se van a sumar al mundo en los próximos 35 años”, concluye Anderson.
A su vez, en estos edificios la huella de carbono (el impacto que tienen los materiales que se utilizan para su construcción) se reduce en un 40% en comparación a un edificio convencional. Actualmente, se están desarrollando alternativas basadas en fibras de origen vegetal, bioplásticos e incluso materiales autorreparables gracias a la presencia de bacterias. El corcho, la piedra y los reciclados (vidrio, madera, ladrillos recuperados, acero, puertas recuperadas, vigas o ventanas) son de los materiales más comunes ya que tienen origen renovable.
“Otra gran adquisición para estos edificios son los paneles solares que ayudan a bajar los costos fijos de electricidad y a colaborar con la disminución de problemas de distribución de energía; así también, lo hacen los sistemas de recolección de lluvia que se utilizan para usos comunes”, agrega el arquitecto Alan Milio. Para este último, es necesario hacer un sistema de canales para obtener el agua y reutilizarla; “el diseño cumple un papel crucial en la sustentabilidad de una construcción edilicia”, concluye.