Los recursos recaudados, estimados en 60 millones de pesos anuales, se destinarán a proyectos ambientales.
Por Esmeralda Lázaro
El Gobierno de la Ciudad de México prepara la implementación de un impuesto verde dirigido específicamente a empresas cuyas emisiones superen una tonelada mensual de CO2 equivalente, como parte de una estrategia para reducir la contaminación ambiental en la capital. El nuevo gravamen, que entrará en vigor este año, busca incentivar la transición hacia procesos industriales más limpios, con una estructura fiscal diseñada para la que las empresas disminuyan su huella de carbono.
Aplicará únicamente a unas 6,000 empresas, de las más de 100,000 registradas en la ciudad, “no es para los pequeños, es para aquellos que tienen, o contaminan al menos una tonelada de CO2”, explicó el secretario de Administración y Finanzas, Juan Pablo de Botton Falcón, durante la presentación del Acuerdo por una Ciudad Baja en Emisiones.