Por Juan Javier Grifaldo Reyes CPP, DSI, CICP,DES

Director de Operaciones Adjunto de GRUPO IPS

Introducción

Las adicciones se han convertido en una crisis transversal que golpea no solo la salud física y mental, sino también la educación, la seguridad y el tejido social de millones de familias en Latinoamérica. Desde las metrópolis hasta las comunidades rurales, el abuso de sustancias y las adicciones conductuales están dejando una huella silenciosa y devastadora.

México, por su tamaño, ubicación estratégica y contexto social, representa un punto clave para comprender y abordar este fenómeno. Es productor, país de tránsito y cada vez más, una nación con fuerte consumo interno.

¿Quiénes están en mayor riesgo?

Niños y adolescentes

•Inician el consumo entre los 12 y 14 años.

•Entrada común: alcohol, vapeadores o marihuana.

•Factores: presión social, ausencia parental, abandono emocional.

 Mujeres jóvenes

•Aumento del consumo de drogas sintéticas.

•Asociado a violencia, estrés emocional y baja autoestima.

•Menor acceso a servicios sensibles al género.

Población indígena y rural

•Consumo frecuente de inhalantes y alcohol.

•Escasa presencia de servicios de salud mental o prevención.

•Ausencia de programas con enfoque intercultural.

 Trabajadores informales y jóvenes desempleados

•Consumo relacionado con estrés crónico, precariedad o frustración.

•Mayor uso de cristal, marihuana y alcohol.

La amenaza digital

Vivimos en la era del placer inmediato. Redes sociales, videojuegos y plataformas de streaming moldean comportamientos adictivos desde edades tempranas.

•Influencers y música promueven el consumo como algo “cool”.

•El vapeo y el uso de apps para venta clandestina de drogas va en aumento.

•Adicción a la dopamina digital deteriora la salud mental, reduce la tolerancia a la frustración y fomenta la evasión emocional.

Drogas más consumidas en México

1. Alcohol

Legal, accesible y socialmente normalizado. El consumo inicia desde los 13 años en promedio.

2. Tabaco y vapeadores

Aunque el cigarro ha disminuido, los vapeadores (con nicotina y THC) crecen exponencialmente entre adolescentes.

3. Marihuana

La droga ilegal más común, con baja percepción de riesgo.

4. Metanfetaminas (cristal)

Altamente adictiva, fácil de conseguir, devastadora. Muy presente en el norte del país.

5. Cocaína

Presente en clases medias y altas, asociada a fiestas o contextos de estrés.

6. Fentanilo

Opioide sintético letal, en expansión silenciosa en zonas fronterizas.

7. Inhalables y solventes

Especialmente usados por niños en situación de calle o pobreza extrema.

El papel de la familia mexicana

Más del 70% de los casos de consumo temprano tienen relación directa con la familia: desde violencia, abandono o normalización del consumo en casa. Sin embargo, también es el espacio más poderoso para prevenir:

•La atención emocional desde la infancia reduce hasta un 60% el riesgo de consumo problemático en la adolescencia.

•La supervisión activa, el diálogo sin juicio y el ejemplo son clave.

¿Qué falla desde el Estado?

•Falta de acceso a atención en zonas rurales.

•Estigma institucional: aún se trata al adicto como delincuente.

•Presupuesto limitado y escasa articulación interinstitucional.

•Prevención escolar muy limitada o inefectiva.

¿Y la sociedad civil?

Tiene un papel crucial:

•Escuelas, medios y empresas deben abrir espacios de prevención reales.

•Las campañas deben ser constantes, actualizadas y no moralistas.

•Las comunidades pueden crear redes de vigilancia emocional y entornos de apoyo.

¿Cómo detectar una posible adicción?

Cambios físicos:

•Pupilas dilatadas o contraídas

•Olor extraño en la ropa o cuerpo

•Lesiones inexplicables

Cambios emocionales:

•Irritabilidad o apatía

•Aislamiento repentino

•Desinterés por la escuela o pasatiempos

Cambios conductuales:

•Nuevas amistades evasivas

•Mentiras frecuentes

•Robos, manipulación o descuidos personales

En casa

•Fomentar la confianza y el tiempo de calidad.

•Supervisar el uso de dispositivos y el entorno social.

•Fomentar la autoestima desde la infancia.

En la escuela

•Implementar programas continuos de prevención.

•Capacitar a docentes para detectar señales tempranas.

•Establecer canales seguros de denuncia y atención.

En la comunidad

•Crear espacios seguros: casas de juventud, bibliotecas, deportes.

•Promover redes vecinales de contención.

•Denunciar puntos de venta de droga de manera anónima

Consecuencias del consumo de drogas: una cadena de impactos

El consumo de sustancias adictivas no solo daña al individuo, sino que desencadena efectos en cascada que afectan a su entorno familiar, social y laboral. Entender estas consecuencias ayuda a dimensionar el problema no como un acto individual, sino como un fenómeno de alto impacto colectivo.

En la persona

•Deterioro físico: pérdida de peso, enfermedades cardiovasculares, hepáticas y pulmonares, alteraciones neurológicas, envejecimiento acelerado.

•Afectación psicológica: ansiedad, depresión, paranoia, psicosis, aislamiento, ideación suicida.

•Adicción crónica: pérdida de control, necesidad creciente de consumo, síndrome de abstinencia.

•Fracaso escolar o abandono educativo.

•Pérdida de proyectos personales y sentido de vida.

En la familia

•Violencia intrafamiliar y relaciones rotas.

•Desconfianza, dolor emocional y desesperanza de padres, parejas o hijos.

•Hijos que reproducen los patrones de consumo si no se interviene a tiempo.

•Endeudamiento económico por tratamientos, daños o pérdida de ingresos.

•Aparición de roles invertidos: hijos que cuidan a padres adictos, o viceversa.

En la sociedad

•Aumento de la delincuencia: robos, extorsiones y narcomenudeo asociados a consumo y tráfico.

•Saturación de sistemas de salud y justicia.

•Normalización cultural del consumo en medios, música y redes sociales.

•Desintegración de comunidades: abandono de espacios públicos, violencia, miedo.

•Costos económicos millonarios en seguridad, salud y rehabilitación.

En el trabajo y la economía

•Ausentismo y baja productividad.

•Mayor riesgo de accidentes laborales, especialmente en sectores operativos o industriales.

•Desempeño inestable, incumplimiento de tareas y conflictos con compañeros o jefes.

•Desempleo prolongado y dificultad para reinserción laboral.

•Pérdida de talento joven, innovación y competitividad nacional.

Números de ayuda en México

 Línea de la Vida – 800 911 2000

Atención psicológica, orientación sobre drogas, salud mental, suicidio. (24/7)

CAPA – Centros de Atención Primaria en Adicciones

Gratuitos. Localiza el más cercano en: www.gob.mx/salud/conadic

DIF Nacional – 800 717 3737

Atención integral a niños, jóvenes y familias vulnerables.

Alcohólicos Anónimos: www.aamexico.org.mx

Narcóticos Anónimos: www.namexico.org

En resumen, las drogas no solo destruyen la salud; erosionan vínculos, oportunidades, recursos y vidas. Por eso, la prevención debe verse como una inversión estratégica para el bienestar de toda la sociedad, no como un gasto o un tema solo de salud.

Conclusión

La adicción no es un fallo moral, es un síntoma de algo más profundo: soledad, vacío, trauma, desesperanza. En México, necesitamos romper el silencio, eliminar el juicio y construir entornos de protección y contención desde la infancia.

La verdadera prevención no se da con miedo, se da con educación, empatía y acción colectiva.

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