Mundo Empresarial tuvo la oportunidad de Entrevistar a Alejandro Malagón Barragán presidente de la Concamin (Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos), que es un organismo de representación empresarial efectivo. A continuación la entrevista.
ME.- ¿Cuál es su evaluación de la situación actual de la industria manufacturera en México, especialmente en medio de los desafíos económicos globales?
AM.- La industria manufacturera es un auténtico motor de crecimiento económico y pilar fundamental de la competitividad, las exportaciones y el bienestar del país.
En 2023, el Producto Interno Bruto (PIB) nominal de la industria manufacturera sumó 6.4 billones, lo que representa el 20.2% del PIB total del país. De igual forma, esta actividad da empleo a 9.78 millones de personas, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo de INEGI.
Se trata una industria altamente vinculada con las cadenas globales de valor, especialmente en lo concerniente a los clusters automotriz, aeroespacial, electrónico y de fabricación de equipo médico.
ME.- Ante el panorama de incertidumbre económica, ¿cuáles considera que son las principales estrategias que deben implementarse para fortalecer la competitividad del sector industrial mexicano?
AM.- Desde la óptica de la CONCAMIN, el reto es reducir los costos logísticos y aumentar el valor agregado de lo que producimos. Las principales estrategias, son las siguientes:
Desarrollo de infraestructura de todo tipo, incluida la de carreteras, puertos, aeropuertos, telecomunicaciones, salud, educación, desarrollo urbano y vivienda.
Garantizar el abastecimiento suficiente de energía eléctrica, gas y agua.
Inversión física por parte de las empresas en la adquisición de maquinaria y equipo.
Educación vinculada a la industria, capa-citación y reconversión de competencias de la fuerza laboral, incluyendo habilidades digitales y modelos de formación dual.
Incorporación de los elementos de la manufactura 4.0.
Internacionalización.
Fortalecimiento de las cadenas productivas nacionales y de la región T-MEC.
ME.- ¿Cuál es su posición respecto al T-MEC y cómo cree que ha beneficiado a la industria mexicana hasta ahora?
AM.- El comercio exterior ha sido uno de los principales motores de crecimiento económico y, por mucho, nuestro principal acuerdo comercial es el T-MEC.
En 2023 la suma del comercio internacional de México con Estados Unidos y Canadá sumó 776.7 miles de millones de dólares (mmdd), monto que se conforma de exportaciones de 508.2 mmdd e importaciones de 268.6 mmdd, lo que implica que en dicho año tuvimos un superávit comercial de 239.6 mmdd.
La importancia relativa de nuestro comercio con la región ha aumentado, ya que en 2018 el 82.6% de nuestras exportaciones totales se dirigían a Estados Unidos y Canadá, mientras que en 2023 dicho porcentaje subió a 85.7%. En cuanto a importaciones, quien ha ganado terreno son las naciones asiáticas y eso se ve cuando analizamos que en 2018 el 48.8% de nuestras importaciones totales provenía de Estados Unidos y Canadá, y para 2023 dicho porcentaje bajó a 44.9%.
Gracias al dinamismo de nuestras exportaciones y al incremento del contenido regional en la producción de la zona T-MEC en industrias clave, ya desplazamos a China como principal proveedor de Estados Unidos.
ME.- ¿Cuáles son algunas de las propuestas específicas que se están desarrollando desde la CONCAMIN para que sus agremiados aprovechen este momento de inversión internacional que representa el Nearshoring?
AM.- Los industriales del país tenemos claras las prioridades y contamos con propuestas concretas en favor de México.
En materia de infraestructura, contamos con expertos en la materia, especialistas de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), que han sido parte fundamental de las obras más importantes del país. Debemos desarrollar infraestructura de todo tipo, aumentar nuestro potencial logístico y conectividad, así como impulsar la infraestructura social.
Le hemos entregado a los candidatos a la presidencia de la República los estudios en los que se identifican las obras prioritarias para avanzar en la competitividad del país. Esto se debe lograr incorporando los proyectos en el Presupuesto de Egresos de la Federación y con la inversión de la iniciativa privada, para lo cual las asociaciones público-privadas, manejadas en forma transparente, son de mucha utilidad en este aspecto.
En los últimos años la inversión pública en infraestructura ha sido de apenas 2.7% del ^PIB, nivel muy inferior a nuestras necesidades.
En el Presupuesto de Egresos de la Federación 2024, se contemplan recursos por apenas 601.9 miles de millones de pesos (mmdp), cifra muy por debajo de los 826.02 mmdp del 2023 y también un nivel muy por debajo de la recomendación de la CEPAL de que esta inversión sea por el equivalente al 5% del PIB.
Además, debemos resolver la problemática de falta de energía y abastecimiento de agua. Sabemos que existe un enorme rezago de autorizaciones por parte de la CFE y de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
En materia de seguridad y estado de derecho, buscamos certeza legal y que se abatan los elevados índices de criminalidad e impunidad.
Finalmente, en materia de política industrial, la CONCAMIN desarrolló una propuesta en la que participaron las 125 cámaras y asociaciones que la conforman, así como las 33 comisiones de trabajo. Proponemos un estado fuerte, pero sometido a la ley y a la división de poderes, que establezca las condiciones para que la industria se pueda desarrollar, así como sucedió algunos países que impulsaron una política industrial activa, como China, Corea del Sur o Singapur.
ME.- El tema de la seguridad pública es crucial para cualquier sector económico. ¿Cómo afecta la situación de seguridad en México a las operaciones y decisiones de inversión de las empresas industriales?
AM.- El gran desafío es combatir la impu-nidad que es la madre de la corrupción y de la inseguridad. Por eso, para los industriales es muy importante denunciar la inseguridad y los peligros que enfrentan los conductores del autotransporte, porque no se trata solo de los vehículos y las mercancías, se trata también del riesgo que corre la vida de los conductores.
La inseguridad en carreteras es un verdadero problema, porque los asaltos a las unidades del autotransporte se han incrementado y tenemos que encontrar soluciones inmediatas.
Es importante señalar que el 80 por ciento de las mercancías se distribuyen a través del autotransporte; esto refleja el impacto que este problema representa no solo para la seguridad, sino también para la alimentación de las regiones más marginadas del país, que son las más afectadas porque los productos no llegan a sus comunidades.
ME.- ¿Qué estrategias fundamentales propondrá CONCAMIN para impulsar el crecimiento económico y la generación de empleo a la nueva Presidenta, o Presidente?
AM.- En CONCAMIN hemos enfatizado la urgencia de impulsar una política industrial integral que acelere la transición de México hacia una economía de mayor crecimiento, mayor valor agregado, mayor contenido nacional y regional, en el contexto del nearshoring. Esto podemos lograrlo con un marco fiscal y regulatorio justo, transparente y eficaz; con mercados abiertos para generar energía limpia, suficiente y a costos competitivos; con fuertes inversiones y planeación a largo plazo de la infraestructura logística, de comunicaciones y transportes, energética e hidráulica; con aprovechamiento de las vocaciones productivas locales; y con el impulso a las MIPYMES.
De igual forma, es fundamental desarrollar más parques industriales, con el acompañamiento respectivo en materia social y urbana.
Es necesario promover esquemas de educación dual, salud para los trabajadores, vivienda accesible, espacios públicos, y sistemas inteligentes de movilidad urbana.
ME.- ¿Cuál es su posición respecto a la regulación ambiental y cómo cree que esta puede conciliarse con los objetivos de crecimiento y desarrollo económico del país?
AM.- Aspiramos a un desarrollo sostenible de México y no sólo a un mayor crecimiento económico. Ello implica por supuesto un crecimiento alto y sostenido, pero también mayor inclusión y equidad social, así como una gran responsabilidad con el cuidado de los ecosistemas.
ME.- ¿Cómo ve el futuro de la industria manufacturera mexicana en el contexto de la digitalización y la automatización?
AM.- Si el nearshoring es una gran ola, las mega tendencias como la Inteligencia Artificial, la robótica, la nanotecnología y el internet de las cosas serán un verdadero tsunami. Por ello, tenemos que trabajar duro para subirnos a este tsunami a través de la educación, la innovación, la capacitación laboral, la digitalización y la automatización.
ME.- La seguridad energética es fundamental para la industria. ¿Qué opina sobre la política energética actual y cómo podría impactar en la competitividad de las empresas mexicanas?
AM.- Para la industria, acceder a energía suficiente, limpia y a costos competitivos es fundamental para la competitividad y el crecimiento económico. Por ello, creemos que debemos ser firmes en el objetivo y flexibles en la estrategia.
Aquí existen muchas alternativas de cómo lograr ese objetivo, bajo un modelo de economía mixta donde el sector público y privado comparten responsabilidades, riesgos y esfuerzos.
Es evidente que hoy existen áreas de mejora. Nosotros consideramos que se debe abatir el rezago en la materia por parte de la CFE y la CRE. De igual forma, se deben mejorar las redes de transmisión y distribución de energía eléctrica para garantizar un suministro confiable.
ME.- ¿Cuál es su visión sobre la relación entre el gobierno y el sector privado en el impulso del desarrollo industrial en México?
AM.- Necesitamos Estado fuerte, industrias fuertes y sociedad civil fuerte, en un marco de vigencia plena del Estado de derecho, mercados competitivos y participación ciudadana.
Ello implica promover una política industrial desde una perspectiva de Estado promotor del desarrollo, donde el Estado asume un papel activo como promotor y facilitador del desarrollo industrial, estableciendo políticas y programas que fomenten la inversión productiva, el desarrollo del talento humano, la innovación, la competitividad y la internacionalización.
ME.- El acceso al financiamiento es fundamental para el crecimiento de las empresas. ¿Qué acciones considera necesarias para mejorar el acceso al crédito para las empresas industriales, especialmente las pequeñas y medianas?
AM.- El sector financiero juega un rol esencial en el desarrollo y la implementación de políticas industriales efectivas. La colaboración entre el sector industrial y financiero, bajo un enfoque estratégico y de largo plazo, es fundamental para impulsar la competitividad, la innovación y el desarrollo económico y social de México.
La banca comercial y la banca de desarrollo, deben ser aliados estratégicos en el diseño e implementación exitosa de una política industrial integral y sostenible.
ME.- Finalmente, ¿Cuál es su mensaje para los empresarios y trabajadores de la industria mexicana en este momento de desafíos y oportunidades?
AM.- La CONCAMIN desempeña un papel esencial en la promoción y fortalecimiento de la industria mexicana. Nuestras propuestas tienen como objetivo principal promover el desarrollo económico y social de México a través de la industria.
Buscamos mejorar la competitividad, impulsar la innovación y fortalecer las cadenas de valor en diferentes sectores. Además, se enfatiza la importancia de la digitalización y el desarrollo tecnológico para lograr un crecimiento sostenible.
Queremos alinearnos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y generar un impacto positivo en el bienestar social y la calidad de vida de los mexicanos.
La colaboración entre los diferentes actores involucrados, incluyendo el gobierno, la iniciativa privada, la academia y el sector social, será fundamental para implementar con éxito nuestros proyectos y alcanzar los objetivos planteados.
En este periodo pre-electoral, es fundamental que las y los candidatos incorporen nuestras propuestas en sus planes de gobierno, reconociendo la importancia estratégica de la industria para el desarrollo económico del país.
Implementar políticas industriales sólidas y con visión de futuro permitirá impulsar la competitividad, generar empleo y aprovechar las oportunidades de crecimiento que se presentan, con la finalidad de incrementar el crecimiento económico y generar un entorno de mayor prosperidad para las familias mexicanas.