El universo de la Propiedad Intelectual está íntimamente asociado a uno de los activos intangibles más relevantes para cualquier emprendimiento: la marca.
Hoy en día mucho se habla del gran desafío de emprender, las rondas de inversores, las eternas reuniones de socios, la contratación de equipo especializado y de muchos otros temas más que hacen a la conformación de una startup y al enorme desafío del mundo de los negocios. Sin embargo, muy poco se habla de la dimensión jurídica asociada a los emprendimientos, especialmente de la propiedad intelectual.
El universo de la Propiedad Intelectual está íntimamente asociado a uno de los activos intangibles más relevantes para cualquier emprendimiento: la marca. Según estimaciones de la consultora en valuación de marcas Brand Finance, hacía finales del 2021 el valor de la marca Apple ascendía a más de USD 263 mil millones.
Es innegable el gigantesco valor económico que otorgan las marcas a las empresas
Sin lugar a dudas, el valor de una empresa o emprendimiento está dado por mucho más que su marca, como ser: patentes, equipamiento técnico, inversiones, dinero líquido, entre otros. No obstante, es innegable el gigantesco valor económico que otorgan las marcas a las empresas. Es que si tomamos la definición de las mismas – son el activo que nos permite distinguir un producto o un servicio de otro producto o de otro servicio – comprendemos que sin ellas nuestros clientes no podrían diferenciar nuestro servicio y/o producto del de nuestra competencia.
Algunos datos antes de empezar:
– El trámite es completamente online.
– Existen varios tipos de marcas pero las más comunes son las: i) denominativas: cuando solamente registrás un nombre con palabras, números o letras combinadas, sin logos, colores, formas o agregados. ii) figurativas: cuando se registrar sólamente un símbolo, una figura, un dibujo o logotipo, iii) mixtas: cuando mezclás elementos denominativos y figurativos, es decir cuando tenes el logotipo con el nombre incluído. Existen otros tipos como las olfativas, las tridimensionales o las sonoras, entre otras.
El registro no es mundial. Sólo registras tu marca en la Argentina
– Podes registrar tu marca a nombre de una o varias personas humanas o personas jurídicas.
– El registro no es mundial. Sólo registras tu marca en la Argentina.
– Claro que no es obligatorio que registres tu marca para poder usarla, pero si no lo haces, alguien puede ir y registrarla primero.
Estos son los 5 tips a tener en cuenta a la hora de registrar tu marca en la Argentina:
- Si bien no es necesaria la contratación de un abogado/a o agente de la propiedad industrial para registrar tu marca, lo/a podes llegar a necesitar si el trámite se traba en alguna instancia. Mejor arrancar asesorado por el principio. Además, pedile a tu abogado/a que te asesore en detalle respecto a las clases en las que debes registrar tu marca (poder ver la clasificación de Niza con las 45 clases que existen).
- Trabajá con algún profesional que utilice algún sistema de seguimiento o vigilancia de expedientes marcarios. Va a hacer más sencilla y llevadera la gestión de tu registro. Además vas a poder saber con anticipación si alguien más quiere registrar tu marca y vas a poder oponerte a su registro (no significa que vayas a salir victorioso de ello).
- Si todavía no tenes un key visual, manual de marca o logos definidos: registrá tu marca como “denominativa” y más adelante hacés un registro nuevo con otro tipo de marca.
- Recordá que habiendo registrado tu marca en una clase, otros pueden registrar el mismo nombre en una clase diferente. Es importante que evalúes todos los productos y/o servicios que estás dando y que vas a dar en el futuro (y ya lo estás pensando) para poder registrar en las clases necesarias para tu negocio.
- Es súper recomendable que antes de pedirle a tu abogado/a o agente de la propiedad industrial que registre tu marca, acuerden hacer una búsqueda de antecedentes marcarios. De este modo, podes saber cuántas chances tener de que el registro sea viable o se presenten muchas oposiciones en el camino.