Las operaciones en capital registraron un precio promedio de 3 millones 707,704 pesos al cierre del tercer trimestre del año.
Con un aumento anual de 12.2% (mayor al incremento nacional de 11.2%) al cierre del tercer trimestre del año, la Ciudad de México se mantiene como el mercado con el precio de vivienda más elevado del país, al situarse en un promedio de 3 millones 707,704 de pesos.
La urbe se caracteriza por una dinámica compleja, influenciada por factores como la creciente urbanización, la migración interna y externa, así como las tendencias económicas, por lo que experimenta una demanda constante de propiedades residenciales.
Al mismo tiempo, la oferta limitada de terrenos disponibles para el desarrollo inmobiliario contribuye a la presión alcista sobre los precios.
Ana Lucía Pereira, directora de operaciones del bróker hipotecario digital Morgana.mx, declaró que la desaceleración en el área de construcción por parte de los desarrolladores ha encarecido, especialmente, a la vivienda nueva, la cual representa sólo 40% de la venta actual.
“Esto deja ver que la desaceleración de la construcción influye en el valor de las propiedades, lo que también ha impactado en el mercado hipotecario, va a quedar prácticamente estancado en colocación, cuando se tenía planeado que crecería alrededor de 10% anual”, declaró Pereira.
La Ciudad de México ha sido una de las urbes más golpeadas en términos de construcción de nuevo inventario. Pereira refirió que también ha influido la concentración de créditos puente en sólo dos bancos: Banregio y BBVA México.
“Otros bancos han cerrado un poco la llave para los constructores, esto ha detenido el desarrollo de vivienda. Algunas instituciones financieras se encuentran dudosas o simplemente no están apostando a estos créditos, tuvo que ver también la pandemia”, dijo la especialista.
Al respecto, Ricardo Trejo, director general de la firma Forecastim, mencionó que la contracción del sector de vivienda ha sido más notoria en la capital al ser el mercado más grande del país, pero se espera que la construcción se reactive en el 2024, lo que permitiría un aumento más moderado en el precio.
“Todavía habrá contracción en el 2023, pero hacia el siguiente año podría tener un crecimiento de 15% en producción”, afirmó el especialista de Forecastim.