Un mal uso de las pantallas puede provocar la disminución en la frecuencia del parpadeo
Algunos de los síntomas de la fatiga visual pueden ser sensibilidad al brillo de la luz o dolor de cabeza
Los ópticos-optometristas recomiendan un uso moderado y una correcta iluminación en estos dispositivos
Por eso no está demás el recordatorio que realiza el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España (CNOO), que recomienda a padres y madres supervisar el uso de estos dispositivos digitales con objeto de evitar una sobreexposición a las pantallas por parte de los menores que pueda provocar fatiga visual.
La mejor manera para conseguirlo según los expertos en visión es poner en práctica unas sencillas pautas a la hora de utilizar este tipo de aparatos.
Mantener una distancia mínima de 30 cm en el caso de móviles y tabletas, y 50 cm para ordenadores o videoconsolas.
Contar con una correcta iluminación en las habitaciones, con el fin de evitar los reflejos en la pantalla.
Aplicar la regla 20-20-20, esto es, descansar 20 segundos cada 20 minutos mirando a 20 pies de distancia (seis metros) o relajar la vista observando objetos lejanos a través de la ventana.
Ubicar el dispositivo ligeramente por debajo de la altura de los ojos.
Mantener una postura correcta mientras se utiliza el dispositivo.
Ajustar el brillo y el contraste.
Todas estas medidas pueden ayudar a reducir el riesgo de sufrir alguna deficiencia refractiva.
¿Qué es la fatiga ocular?
La fatiga ocular se manifiesta cuando los ojos realizan un esfuerzo excesivo como consecuencia de actividades que implican ver de cerca durante un largo periodo.
Esto se explica porque «la musculatura del ojo se encuentra relajada cuando utilizamos la visión lejana, pero cuando miramos algo de cerca durante mucho tiempo el ojo tiene que realizar un trabajo mayor y la musculatura puede llegar a bloquearse, lo que se conoce como exceso o incluso espasmo de la acomodación», matiza el decano del CNOO, Juan Carlos Martínez Moral.
Precauciones con las pantallas para una salud visual óptima
Algunos síntomas que pueden aparecer como consecuencia de un uso prolongado de los dispositivos electrónicos sin mantener la distancia mínima y las medidas de prevención que ya hemos visto son:
- Visión borrosa transitoria.
- Dificultad de enfoque de distancias.
- Sensibilidad al brillo de la luz.
- Incomodidad ocular.
- Dolor de cabeza.
- Ojos irritados, secos o cansados.
¿Qué tipo de pantalla elegir?
Una vez visto cómo usar correctamente los dispositivos con pantalla, otra de las cuestiones a tener en cuenta es qué pantallas son más apropiadas para nuestra salud visual.
En este sentido, los ópticos-optometristas aconsejan tener en cuenta las propiedades de las pantallas, apostando por aquellas que presentan características menos nocivas para la salud visual.
De esta forma se evitará el riesgo de padecer alteraciones como el enrojecimiento o la fotofobia, es decir, la sensibilidad a la luz.
Además, existen monitores que ofrecen gráficos con cortes o incorrecciones, por lo que en muchas ocasiones es conveniente cambiar la configuración de la pantalla para adaptar la luz de forma correcta.
Por último, acudir a un establecimiento sanitario de óptica al menos una vez al año ayuda a prevenir problemas visuales.
Y es que el profesional óptico-optometrista puede prescribir unas gafas personalizadas según el tipo de dispositivo digital que se utilice y en función de los síntomas que se presenten para evitar que la situación se agrave.