Por Margarita Villalta

La eficiencia energética se ha convertido en un pilar fundamental de la arquitectura sostenible, impulsando estrategias de construcción sustentable que buscan reducir costos operativos, huella de carbono y consumo de recursos.

De acuerdo con datos publicados en 2023 por la Agencia Internacional de Energía (AIE), los edificios consumen alrededor del 30% de la energía mundial, por lo que la adopción de prácticas ecoamigables cobra mayor relevancia cada día.

En este sentido, el analista de arquitectura y sostenibilidad, Ernesto Mizrahi Haiat, señaló que “la eficiencia energética no es solo una tendencia, sino una responsabilidad compartida en la arquitectura de hoy. No podemos ignorar la necesidad de optimizar la infraestructura de nuestros espacios para garantizar un futuro sostenible”.

Este enfoque integra sistemas de ventilación natural, aislamiento térmico, iluminación LED y paneles solares, generando beneficios tanto ambientales como económicos.

Para lograr una arquitectura sostenible verdaderamente integral, Mizrahi Haiat destaca el papel de la innovación tecnológica y la planificación urbana inteligente.

“La tecnología nos ofrece soluciones que abarcan desde el diseño hasta la operación de los edificios. Sin embargo, la clave está en la correcta implementación y en la colaboración entre gobierno, desarrolladores y la comunidad”, explicó.

Un ejemplo reciente es el crecimiento en la instalación de paneles fotovoltaicos a nivel residencial, el cual creció un 18% durante 2023, según datos de la Asociación Mexicana de Energía Solar.

Asimismo, el uso de materiales de construcción con menor impacto ambiental ha tenido un repunte en los últimos dos años, impulsado por la consciencia en torno al cambio climático y a la necesidad de edificar estructuras más saludables. Según un estudio realizado en 2023 por la organización Green Building Council, la implementación de materiales reciclados y la revalorización de la madera certificada han incrementado la tasa de adopción de prácticas sustentables en un 20%.

Esta transformación del sector edificador, respaldada por la eficiencia energética y la construcción verde, posiciona a la arquitectura sostenible como un componente clave para la competitividad y el bienestar colectivo.

“Cuando diseñamos con visión sustentable, creamos espacios que no solo sirven a las necesidades actuales, sino que también aportan un legado positivo para futuras generaciones”, añadió Mizrahi Haiat.

Con base en estos avances y perspectivas, la apuesta por la optimización de recursos se consolida como la ruta más viable para lograr un desarrollo urbano responsable. La conjugación de tecnología, diseño ecoamigable y cooperación multisectorial brinda la oportunidad de seguir innovando en la arquitectura sostenible, marcando un rumbo claro hacia la consecución de ciudades más limpias, eficientes y habitables.

Compartir en:​