La obesidad y el sobrepeso son dos de los principales problemas de salud de occidente, ya que llevan aparejados más enfermedades y una peor calidad de vida en general. La ciencia lleva décadas luchando contra la obesidad, pero aún no se ha dado con el arma definitiva. Por ahora.
Actualmente se está llevando a cabo en Reino Unido una investigación que se centra en un objetivo: acabar con la llamada ‘hormona del hambre’. Se trata de un procedimiento que podría reducir el deseo de comer en exceso y reducir el peso en solo 40 minutos.
Tal y como recoge The Sun, un ensayo, dirigido por Ahmed R. Ahmed, cirujano bariátrico del Hospital St Mary’s de Londres, someterá a casi 80 voluntarios por un procedimiento llamado embolización bariátrica con el fin de apagar su grelina, más conocida como la ‘hormona del hambre’.
Ahmed dijo que si la embolización bariátrica se volviera una rutina, los pacientes podrían salir del hospital en dos horas. «Puedes entrar con hambre y salir sin hambre», dijo.
El médico explicó que la rápida velocidad y el bajo costo del método abrirían el tratamiento de la obesidad a muchas más personas, pero dijo que primero habría que probar su eficacia.
«Realmente necesitamos saber que es la intervención en sí misma la que tiene el efecto, y no solo un efecto placebo». La operación, realizada con anestesia local, implica hacer un pequeño corte en la ingle o la muñeca y pasar un alambre hueco a través de los vasos sanguíneos.
Luego, unas perlas microscópicas se depositan en una arteria que sirve a la parte superior del estómago, o fórnix (también llamado fundus), que bloqueará y, por lo tanto, reducirá la producción de grelina.
Estudios a pequeña escala han encontrado que los pacientes obesos pierden en promedio casi el 10% de su peso después del procedimiento, aunque algunos pierden mucho más.
Los detalles de la investigación
El equipo de Ahmed está reclutando a 76 voluntarios obesos, cada uno con un índice de masa corporal de entre 35 y 50. A la mitad se le insertarán perlas bloqueadoras, a los demás se les colocará una solución salina como placebo y se les hará un seguimiento durante un año.
El ensayo ha recibido 1,2 millones de libras esterlinas del Instituto Nacional de Investigación en Salud del NHS y está respaldado por el Imperial College de Londres.
En Estados Unidos también se está trabajando en el mismo sentido. El doctor Clifford Weiss, de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland, que dirige un ensayo paralelo de 64 pacientes estadounidenses, dijo: «El objetivo aquí es hacer que los pacientes estén más sanos de la forma menos invasiva posible».