El reconocimiento por parte del Consejo de Derechos Humanos del derecho humano a un medio ambiente saludable es un avance histórico que tiene el potencial de mejorar la vida de todas las personas en el planeta, comentó David Boyd, Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos y medio ambiente.
“El futuro del mundo parece un poco más brillante hoy”, dijo Boyd.
“Las Naciones Unidas, en un desarrollo histórico, ha reconocido por primera vez que todas las personas, en todas partes, tienen el derecho humano a vivir en un medio ambiente seguro, limpio, saludable y sostenible.
“Esto tiene el potencial de cambiar vidas en un mundo donde la crisis ambiental global causa más de nueve millones de muertes prematuras cada año”, dijo.
“Provocará cambios constitucionales y leyes ambientales más fuertes, con implicaciones positivas para la calidad del aire, agua limpia, suelo saludable, alimentos producidos de manera sostenible, energía verde, cambio climático, biodiversidad y el uso de sustancias tóxicas”.
Boyd agradeció a cinco miembros del Consejo de Derechos Humanos: Costa Rica, Maldivas, Marruecos, Eslovenia y Suiza, por llevar la resolución a aprobación después de que la sociedad civil y las comunidades, incluidos las medioambientales, de derechos humanos, los jóvenes, las mujeres y los pueblos indígenas, hubieran luchado por ella durante 30 años.
“(La resolución) Provocará cambios constitucionales y leyes ambientales más fuertes, con implicaciones positivas para la calidad del aire, agua limpia, suelo saludable, alimentos sostenibles, energía verde, cambio climático, biodiversidad y el uso de sustancias tóxicas”,
David Boyd, Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos y medio ambiente.
El reconocimiento de este derecho también había sido respaldado por el secretario general de la ONU, António Guterres, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y 15 agencias de la ONU, y contaba con el apoyo de jóvenes activistas, grupos empresariales y más de mil 300 organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo.
“Esta resolución es especialmente importante para todas las personas defensoras de los derechos humanos ambientales que trabajan, a menudo con un gran riesgo personal, para salvaguardar la tierra, el aire, el agua y los ecosistemas de los que todas y todos dependemos”, dijo Boyd.
“También es vital para las personas y comunidades que sufren impactos desproporcionados de la degradación ambiental, incluidas las mujeres, los niños, las personas indígenas y otras poblaciones potencialmente vulnerables y marginadas”.
Boyd instó a los gobiernos a incorporar el derecho a un medio ambiente seguro, limpio, saludable y sostenible en sus constituciones y legislación.
Instó a los líderes que se reunirán en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) en Glasgow, Reino Unido, a partir de fin de mes, y en la conferencia de las Naciones Unidas sobre la biodiversidad (COP 15) que comenzará en Kunming, China, la próxima semana, a poner los derechos en el centro de sus acciones.
El reconocimiento de este derecho fue respaldado por el secretario general de la ONU, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, 15 agencias de la ONU, jóvenes activistas, empresarios y más de 1,300 organizaciones de todo el mundo.
“En un mundo que con demasiada frecuencia enfatiza las diferencias entre las personas, el derecho a un medio ambiente saludable refleja una verdad fundamental que debería unirnos a todos”, dijo Boyd.
“La salud y la calidad de vida de todas las personas dependen del aire limpio, el agua potable, los alimentos producidos de manera sostenible, un clima estable y una biodiversidad y ecosistemas saludables”, dijo
“Todas las personas somos extraordinariamente afortunados de vivir en este planeta milagroso, y debemos hacer uso del derecho a un medio ambiente saludable para garantizar que los gobiernos, las empresas y las personas cuiden mejor el hogar que todos compartimos “.