En muchas ocasiones los extorsionadores engañan a sus víctimas haciéndoles creer que los conocen a ellos o a su familia y que los tienen ubicados
Por Ángel Galindo
La extorsión se contempla como un delito grave que puede alcanzar hasta los 10 años de prisión; sin embargo, cerca del 70 por ciento de las personas que son víctimas de ese delito en Guanajuato no denuncian los hechos ante las autoridades; por lo cual especialistas recomiendan establecer mecanismos de prevención y mantener mayor comunicación para evitar ser víctimas de la delincuencia.
Dentro de la charla “Inseguridad en materia de extorsión en la zona Laja Bajío”, organizada por Coparmex Celaya, el especialista Leopoldo Gasca Guerrero explicó que la extorsión es cualquier conducta ejercida por una persona, quien a través de una amenaza con el ejercicio de la violencia física o moral contra una persona cercana, familiar o bienes, hace que su víctima ceda a entregar una dádiva por realizar ciertas conductas contra su voluntad.
De ahí se puede dividir en la extorsión personal o física, cuando el sujeto se dirige de forma directa contra su víctima para amenazarlo de realizar algún perjuicio en su contra, y la extorsión indirecta, cuando los delincuentes utilizan otros medios como la llamada telefónica o los mensajes para hacer que sus víctimas les entreguen dinero o algún bien.
Alejandro Elías Gasca, quien también fue invitado para este panel, señaló que una de las extorsiones más comunes en la zona Laja Bajío es la extorsión indirecta, para lo cual se recomienda no dar ningún tipo de información cuando se trata de personas desconocidas o que buscan generar miedo en la víctima y colgar el teléfono en la medida de lo posible.
Manifestó que en muchas ocasiones los extorsionadores engañan a sus víctimas haciéndoles creer que los conocen a ellos y/o a su familia y que los tienen ubicados. Sin embargo, en muchas ocasiones todos estos datos y demás información personal la recopilan de las redes sociales, donde las personas acostumbran a publicar sin mesura mucha información personal, familiar, laboral y de su vida diaria.
“Una parte importante de la prevención es cuidar la información que publicamos en las redes sociales”, aseveró el especialista, añadiendo que deben existir protocolos familiares para saber cómo actuar en este tipo de situaciones, pues la prevención más directa es tener una buena comunicación con la familia.
Dentro del sector empresarial la forma de extorsión más común es la extorsión indirecta, donde el delincuente hace llegar un mensaje escrito en un papel a sus víctimas, haciéndose pasar como integrante de un grupo criminal y exigiendo una suma de dinero; aunque también hay casos en los que el delincuente llega directamente con el propietario del negocio exigiendo dinero.
En ese segundo escenario, lo ideal es no negarse a escuchar a la persona y solicitarle más tiempo para hacer la entrega del dinero (por ejemplo mencionarle que les permita una semana más para juntar la cantidad que solicita) y denunciar los hechos ante la Policía, pues hay varias leyes que protegen al ciudadano de este delito; sin embargo, solo el 30 por ciento de las víctimas denuncian.