Por Esther Silvia Sánchez Barrios
Activista y defensora de los Derechos Ciudadanos en la Alcaldía Cuauhtémoc y lideresa del comercio popular en la Ciudad de México.
El desinterés y la decepción ciudadana han invadido todos los ámbitos políticos de esta ciudad, causando que solo en épocas electorales la ciudadanía se interese con el trabajo político e institucional en términos generales, ocasionando un alejamiento de la ciudadanía con sus servidores públicos y sus representantes.
Solo basta ver la participación en la Ciudad de México, en el portal del Instituto Electoral de la Ciudad de México, del 70.41% para las elecciones de 2018 y del 52.18% para las elecciones de 2021, evidenciando que por lo menos el 29% de la población en la lista nominal no ha estado interesada en votar como mecanismo básico de participación ciudadana para elegir a sus representantes populares.
Esto es preocupante pues entre menos vigilancia y participación ciudadana, se da un margen amplio a los servidores públicos y a los representantes a realizar o tomar decisiones que no necesariamente reflejan los intereses o preocupaciones de la ciudadanía, y no solo eso, sino que debilitan el diálogo y la presencia ciudadana para impedir actos de corrupción.
Frente a esto ha sido una de mis prioridades crear mecanismos de mayor participación de la ciudadanía, con especial énfasis en los sectores históricamente mas vulnerados como son y siguen siendo la población de la diversidad sexual y los comerciantes del espacio público. Algunas de las acciones que he realizado en el ámbito legislativo han sido el impulso por crear buzones ciudadanos que permitan canalizar las opiniones, dudas o argumentos ciudadanos en cada comisión, así como en el propio pleno del Congreso de la Ciudad de México.
Complementado por renovar el interés por crear parlamentos abiertos, como mecanismo para generar insumos y facilitar la participación de sectores sociales, para señalar y remarcar las urgentes necesidades que tienen, canalizando los temas como si estos fueran diputados por un día.
El trabajo dentro del Congreso de la Ciudad de México ha estado complementado por el núcleo de la diputación local, que muchos vecinos tuvieron el honor de darme, este núcleo es el trabajo territorial para fortalecer el tejido social y comunitario de la Alcaldía Cuauhtémoc.
La Alcaldía Cuauhtémoc es no solo el corazón de la capital, sino el ejemplo perfecto del contraste que existe en la Ciudad de México, muchos ciudadanos en especial de sectores populares sufren el abandono institucional para brindarles servicios básicos o solución a necesidades urgentes, causando una vulneración de sus derechos.
Frente a esto y gracias a la cercanía de los vecinos, hemos canalizado problemáticas como falta de poda, desazolve, reparación de banquetas o del asfalto, temas de vigilancia como cámaras del C5 o senderos seguros; primero como gestiones en el Sistema Unificado de Atención Ciudadana y si no se soluciona la urgente necesidad hemos tenido que trabajarlo como exhorto a las instituciones atribuidas, con el acompañamiento de los vecinos.
Es por esto por lo que la cercanía con los vecinos es la base fundamental, pues esto nutre el trabajo en el congreso, manteniendo el diálogo y canalizando sus necesidades ya sea mediante gestiones, o insumos legislativos para puntos de acuerdo o la creación o modificación de leyes. Este contacto es una obligación de todos los representantes, pues así la ciudadanía nos guía sobre los temas que deben ser el centro del debate y del trabajo que realizamos, no al contrario pues es tarea de los representantes populares empoderar y acompañar a la ciudadanía para reducir los niveles de exclusión que viven en especial los sectores mas vulnerables.
Solo de esta manera se empodera a la ciudadanía y se rompe con el desinterés que sufren las instituciones, involucrando directamente a los ciudadanos, para que estos participen, pero igual vigilen lo que es de su interés, siendo los diputados locales agentes de cambio.
Este es el compromiso que se nos viene, crear mecanismos de participación y de diálogo con la ciudadanía, pero también motivando y tenido el tacto para traducir el trabajo legislativo en soluciones para la población.