Por Antón Martínez
Generalmente, antes de comenzar con aburridos conceptos y rimbombantes frases de Gobierno Corporativo, se inicia como primeros pasos, con la consultoría de gestión de procesos y operaciones, que me enseño que cuando se interactúa con los dueños de las empresas, descubres lo solos que se sienten desde lo alto de su silla como directores generales y/o como presidentes de los consejos de administración.
Es claro que un consultor genérico, por definición te dice lo que ya sabías que tenías que hacer y además te cobra por ello, y se puede entender por que a muchas personas lo que les falta es guía, mentoría y admiración por alguien, que, en su momento, desde la trinchera de los balazos, tuvo fracasos y éxitos de aprendizaje, buenas prácticas y eso es lo que te lleva a la mesa para compartir con los ejecutivos.
«Como en todas las profesiones, hay encantadores de serpientes, pero eso será materia de otra conversación».
- Claro que hay que promover la equidad, transparencia y responsabilidad en todas las decisiones del consejo.
- Velar por los intereses de todos los accionis-tas y partes interesadas, de la empresa en su conjunto y no de grupos particulares, asegurando que la empresa opere de manera ética.
- Con perspectiva imparcial y objetiva, sin estar influenciado por la gestión interna ni por conflictos de interés, sin importar que miembro del consejo le haya invitado, propuesto o contratado.
¿Y luego?, ¿ya por cumplir lo que marca el librito, es que todo va a ser un día de campo?
Nada más alejado de la realidad, porque en este proceso específico, es el punto de encuentro entre la dirección del negocio que opera y propone una estrategia específica a un grupo de personas (accionistas y consejeros independientes) que son en los hechos, el jefe del director general y que tienen que aportar ideas y cuestionar resultados, entendiendo a la perfección que NO son auditores., son “consejeros / asesores”.
Hay muchos requisitos que hoy existen para entender que es un consejero, y quien puede aspirar a serlo. No basta ser accionista, eso no te da las credenciales para serlo; claro que el accionista si o si, es miembro de la asamblea de accionistas en el órgano supremo de la empresa, pero abajo está el Consejo de Administración y en ese solo deben estar las personas con las capacidades adecuadas, de las que ya hablaremos en otro artículo.
Aquí entra el gobierno corporativo, una práctica que, lejos de ser una serie de reglas aburridas, se convierte en la clave para el éxito y la supervivencia de las organizaciones.
¿Por qué importa? Porque fomenta la confianza de los inversores, empleados y otras partes interesadas, lo que es esencial para cualquier empresa que quiera mantenerse relevante y competitiva.
- Beneficios del Gobierno Corporativo para la Supervivencia Empresarial
- Transparencia y Responsabilidad
- Prevención de Riesgos
- Atracción y/o conservación de Inversores
Mi experiencia personal me ha demostrado la importancia del gobierno corporativo en diversas industrias, como la transformación, plásticos, equipo médico, tecnologías, alimentación, retail, y más. Durante mi trayectoria operativa he ocupado posiciones clave, en direcciones generales, de compras, comerciales, ventas, administración y en mi trayectoria estratégica como consejero de más de veinte empresas, comisario de quince, consejero independiente no relacionado y vicepresidente de la ANTAD.
