Empresarios mexicalenses de ese giro envían al curso a personal con experiencia.
La Secretaría de Seguridad Ciudadana de Baja California (SSCBC), ha capacitado a los primeros 100 guardias de bares y mañana un nuevo grupo iniciará su preparación, con el fin de cumplir con la legislación en la materia, recientemente aprobada por el Congreso local.
Lo anterior lo informó Venustiano Anzaldo Rivero, presidente de Consejo Consultivo Municipal de Alcoholes y dirigente de la Asociación de Propietarios de Bares y Cafés Cantantes de Mexicali, durante la última sesión de este organismo de consulta, que contó con la presencia del secretario del Ayuntamiento, Daniel Valenzuela Alcocer.
Recordó que a raíz de los lamentables incidentes ocurridos el 8 de abril en el bar La Terraza del Shots, en el cual, desaparecieron 3 jóvenes, se realizaron reformas a la Ley para la Venta, Almacenaje y Consumo Público de Bebidas Alcohólicas del estado, destacando la obligación de que estos establecimientos cuenten con guardias de seguridad debidamente certificados por la SSCBC.
Anzaldo Rivero observó que en Mexicali hay 350 establecimientos que tienen la obligación de contar con guardias de seguridad debidamente certificados, ya que también se incluye a los restaurantes bar.
En cuanto a los guardias, se han elegido a aquellos que cuentan con una antigüedad de entre 8 y hasta 14 años, ya que son los que garantizan que al menos trabajarán en la empresa por un par de años más, lo que no sucede con los de nuevo ingreso.
En el caso de las empresas de seguridad privada, éstas les han mencionado que por el horario y las condiciones en las que operan los establecimientos, les resulta muy delicado hacerlo, por lo que prácticamente se descartan de esta actividad, señaló.
Valenzuela Alcocer mencionó que la idea de certificar a los guardias de seguridad nació de la secretaría del XXIV Ayuntamiento de Mexicali, ya que querían garantizar que las personas que cuidan de los bares otorguen seguridad.
Lo anterior, debido a que a una persona que un día lo pueden ver como guardia de seguridad, al otro día de mesero, y al otro como “viene, viene”, expuso el funcionario municipal.
Destacó que hay voluntad por parte de la alcaldesa Norma Bustamante para apoyar a los propietarios de bares, ya que, de lo contrario, estarían levantando muchas actas por incumplimiento al Reglamento de Alcoholes, que van de 40 mil y hasta 50 mil pesos.
Óscar Reséndiz, encargado del área de inspección de Alcoholes de la Secretaría del Ayuntamiento, aclaró a los presentes que la certificación, que tiene un costo de 7 mil pesos por guardia de seguridad, incluye el nombre de la persona y del establecimiento en el cual trabaja.
Es decir, si un guardia de seguridad certificado por la SSCBC, se va a trabajar a otro establecimiento distinto, no harán válido el documento en las inspecciones, por lo que debe certificarse de nueva cuenta.
Anzaldo Rivero mencionó que 80 establecimientos ya cuentan con botones de pánico y espera que en estos próximos días la cantidad suba a 120.
En cuanto a las cámaras de videovigilancia, que deberán estar instaladas en los accesos, salidas de emergencia y en algunos casos, en los estacionamientos, éstas se encontrarán enlazadas con el C4, pero solo si se acciona la conexión.
Destacó que hasta el momento, no tiene noticias de que en los demás municipios del estado, hayan iniciado con la implementación de este tipo de acciones, que son de aplicación estatal.
Durante la sesión, el Consejo de Alcoholes aprobó un nuevo permiso, así como el cambio de domicilio y de razón social de otros dos.
El primero de ellos es para la empresa Coca Cola, que solicitó un permiso de almacenaje y distribución para dos nuevos productos, que son bebidas con graduación alcohólica.
La primera de ellas es una mezcla del whisky Jack Daniels con Coca Cola, y el otro es agua mineral con vodka, Topo Chico, que se elaboran en Querétaro y que ya se encuentran en los anaqueles de tiendas de auto servicio de Tijuana; en Mexicali apenas van a incursionar con estos productos.
Los otros dos permisos se refieren a un par de restaurantes, uno en el Centro Cívico y el otro se trata de una marisquería sobre la carretera a San Felipe.