¿Hay diversidad en los consejos? La respuesta corta es no. Aunque la tasa de crecimiento de las mujeres en los consejos de administración de las empresas que cotizan en las bolsas de valores de México de los últimos tres años se mantiene al alza, apenas 13 % de las sillas en los consejos de administración son ocupadas por mujeres.
Es un hecho que las mujeres están subrepresentadas en los órganos de máxima gobernanza empresarial y que los avances son lentos, por lo que se podría sentir lejano siquiera pensar en la diversidad de quienes están en estos puestos. Y ellas, ¿quiénes son? ¿Cuántos años tienen? ¿Qué estudiaron y dónde? ¿Cuál es su trayectoria profesional?
La información para responder a estas preguntas no está disponible para México, pero lo que sí se puede saber es si las mismas mujeres participan en diferentes consejos. Esto es relevante para visibilizar realmente cuántos miembros únicos hay –como un primer acercamiento a conocer la diversidad en los consejos–, ya que para calcular el porcentaje anterior (13 %) se contabiliza tantas veces participe la misma persona en diferentes consejos. Es decir, se cuentan las sillas y no a las personas. Contar con diversidad en los equipos de liderazgotrae nuevas perspectivas a la mesa y detona mayor innovación para las empresas.
En 2003, Noruega estableció una cuota de género para que las emisoras contaran con al menos 40 % de mujeres en un plazo de cinco años. En consecuencia, las pocas mujeres que ya eran consejeras empezaron a participar en múltiples consejos como respuesta a dicha regulación. A este fenómeno se le llamó ‘golden skirts’. Pero, ¿qué pasa cuándo solo se cuenta al miembro del consejo una vez? ¿Cambia la representación de las mujeres?
Se podría esperar que el porcentaje de consejeras disminuyera. Sobre todo en un contexto en que las empresas enfrentan una creciente presión del mercado por alcanzar la igualdad de género. De esta forma, cuando se cuente a las personas –y no las sillas– se elimine la sobrerrepresentación de miembros del consejo.
Tal es el caso de Estados Unidos. Hasta junio de 2023, 29 % de los asientos en los consejos de administración eran ocupados por mujeres. Al contar solo a los miembros únicos, la proporción de mujeres se reduce dos puntos porcentuales. Una anotación: Estados Unidos, a diferencia de Noruega, no tiene cuota.
Sin embargo, en México sucede lo contrario. Cuando se calcula la representación de mujeres únicas en consejos, la proporción aumenta a 14 %. Una posible explicación apunta a que son espacios que permanecen dominados y liderados principalmente por los (mismos) hombres y que la participación de las mujeres todavía es renuente.
De acuerdo con el último estudio del IMCO en alianza con Kiik Consultores, de 3,160 puestos dentro de los consejos de administración, 2,760 son ocupados por hombres y 400 por mujeres. Cuando se eliminan a los miembros del consejo que participan en más un consejo quedan 2,129 hombres y 361 mujeres. Esto se traduce en que 19 % de los consejeros participa en más de un consejo, proporción que se reduce a 9 % para las consejeras. Por último, hay hombres que participan hasta en 10 consejos, en contraste con las mujeres que participan en cuatro como máximo.
Aunque falta entender mejor las causas, de lo que sí estoy segura es que estos datos reflejan aún menor diversidad en las empresas de la que pensamos. Porque no solo existe una subrepresentación de mujeres en los consejos, sino también una sobrerrepresentación de los mismos hombres que ocupan más de una silla en diferentes consejos. Y si a eso le añadimos la falta de reglas claras y formalización de los procesos para renovar los consejos, lo cual puede crear y reforzar sesgos después de varios años de sesionar con las mismas personas, y por lo tanto perpetuar la falta de diversidad de perspectivas. Pero eso es otra historia.