El Director Ejecutivo de EU-OSHA, William Cockburn, analiza en el editorial de la web de la Agencia Europea el impacto de la inteligencia artificial en la seguridad y salud ocupacional.
La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado muchos aspectos de nuestras vidas diarias, desde cómo aprendemos y nos entretenemos, hasta cómo viajamos o nos comunicamos con otros. El trabajo no es una excepción, con diversas tecnologías basadas en IA integrándose cada vez más en diferentes industrias y roles laborales. Sin embargo, surge una pregunta: ¿será la IA beneficiosa o perjudicial para la seguridad y salud ocupacional? Exploremos los desafíos y oportunidades que la inteligencia artificial presenta para la seguridad, salud y bienestar de los trabajadores.
Entendiendo la IA en el lugar de trabajo
¿Qué es exactamente la IA? La IA se refiere a sistemas que muestran un comportamiento inteligente al analizar su entorno y tomar acciones con cierto grado de autonomía para alcanzar objetivos específicos. Por ejemplo, una de las formas más comunes de IA utilizadas en el trabajo hoy en día incluye editores de texto y funciones de autocorrección, que han evolucionado de simples detectores de errores a sistemas que utilizan algoritmos para identificar el uso incorrecto del lenguaje, ofrecer correcciones e incluso predecir texto mientras se escribe, aparentemente leyendo la mente de las personas.
La IA también se emplea en la cosecha automatizada, coches autónomos, chatbots usados en atención al cliente, sistemas que optimizan cadenas de suministro, control de calidad y gestión de proyectos, calificación automatizada en educación, y muchos más. Esta tecnología aparece en formas muy diferentes y puede integrarse en muchos sectores y trabajos, cada uno presentando sus propias posibilidades y riesgos. Aquí analizamos varias áreas clave para entender sus implicaciones para la OSH.
Conectando trabajadores y clientes a través de la IA
El trabajo en plataformas digitales es una forma relativamente nueva de trabajo en la que formas simples de algoritmos de IA emparejan la oferta y la demanda de mano de obra a través de una plataforma. Piensa en una aplicación que conecta a alguien que pide comida con un repartidor, o un sitio web que relaciona a una persona que necesita ayuda para arreglar un grifo con alguien que ofrece servicios de ese tipo. Estas conexiones son facilitadas por algoritmos basados en IA, que son conjuntos de instrucciones que guían el software de las computadoras para resolver problemas específicos, como unir la oferta y la demanda de trabajo.
Por ejemplo, en la situación de entrega de comida, el algoritmo asigna el trabajo considerando factores como la ubicación, pero también otros como la calificación y las revisiones previas del trabajador. Esta dependencia de los algoritmos de IA presenta un riesgo significativo: la falta de transparencia. Los trabajadores y empleadores a menudo tienen poca información sobre todos los factores que influyen en el funcionamiento algorítmico y los resultados que generan, lo que puede llevar a decisiones sesgadas no detectadas, situaciones peligrosas para los trabajadores y problemas éticos.
Si bien el trabajo en plataformas también ofrece beneficios potenciales para los trabajadores, como un alto grado de flexibilidad y la oportunidad de desarrollar diferentes habilidades y adquirir experiencia laboral, esta opacidad plantea desafíos para la seguridad y salud ocupacional de los trabajadores en plataformas. Su estatus de empleo precario, junto con la inseguridad laboral y el ingreso impredecible, y factores como la alta intensidad del trabajo y largas horas de trabajo, agravan la situación.
Automatización de tareas con IA
Otra forma en que la IA está remodelando el lugar de trabajo es a través de la automatización de tareas, donde los sistemas basados en IA pueden asistir o encargarse de tareas repetitivas o peligrosas. Esto permite a los trabajadores centrarse en trabajos más estimulantes y evitar situaciones de alto riesgo. Por ejemplo, implementar la automatización de check-in en aeropuertos o máquinas de pedidos de comida rápida en las que las tareas repetitivas (escaneo, toma de pedidos, etc.) se delegan a sistemas basados en IA, libera tiempo para que los trabajadores se involucren en trabajos más creativos y significativos. Además, los robots que automatizan procesos como la soldadura, pintura o corte en entornos industriales mantienen a los trabajadores fuera de peligro.
Si bien esta automatización significa que los trabajadores están potencialmente más seguros y más satisfechos con sus trabajos, también introduce riesgos para la seguridad y salud ocupacional. Estos incluyen la disminución de la conciencia situacional humana y la dependencia excesiva de la tecnología, lo que lleva a una vigilancia y atención reducidas, y podría causar errores fatales. Otros desafíos están relacionados con la pérdida de habilidades de los trabajadores y la aparición de riesgos psicosociales derivados de la motivación reducida para mantener habilidades manuales y el temor a la pérdida del empleo.
IA y algoritmos gestionando trabajadores
Otra área donde la IA y los algoritmos están muy presentes en el lugar de trabajo es la gestión de trabajadores. Los sistemas basados en IA recopilan datos en tiempo real del espacio de trabajo, tareas y trabajadores y los utilizan para tomar decisiones automatizadas sobre la gestión de los trabajadores. Por ejemplo, los sistemas de IA que organizan turnos consideran factores como la disponibilidad de los empleados, habilidades y carga de trabajo para crear un horario. También pueden usar información sobre la satisfacción del cliente, la duración de las tareas y los niveles de productividad para evaluar el desempeño de los trabajadores y sugerir recompensas o sanciones.
La gestión de trabajadores basada en IA tiene el potencial de mejorar la salud y seguridad ocupacional al monitorear riesgos, analizar patrones de trabajo y comportamiento humano y, como resultado, detectar y prevenir situaciones peligrosas y accidentes. Por ejemplo, los sistemas de IA pueden monitorear las posturas de los trabajadores para identificar si están en riesgo de desarrollar dolores de cuello y espalda y otros trastornos musculoesqueléticos.
Sin embargo, como resultado del ritmo de trabajo rápido a menudo fomentado por estos sistemas, los trabajadores pueden experimentar ansiedad y otros problemas psicosociales, particularmente evidentes en centros de llamadas donde los sistemas rastrean la duración de las llamadas, los intervalos entre ellas y la frecuencia de los descansos de los trabajadores. Además, la capacidad de la IA para realizar tareas llevadas a cabo hasta ahora por gerentes intermedios puede resultar en una pérdida de relación entre trabajadores y gerentes, lo que se ha demostrado que aumenta el estrés relacionado con el trabajo. Además, dado que los sistemas de gestión de IA necesitan recopilar una cantidad considerable de datos personales, pueden existir riesgos asociados con la privacidad de los datos y la vigilancia excesiva, por ejemplo, en relación con la salud de un empleado o conversaciones personales.
Abordar el problema desde una perspectiva legislativa
Abordar los riesgos para la seguridad y salud ocupacional que plantea la IA requiere un enfoque integral, del cual la acción legislativa es el primer paso. Se han iniciado varios esfuerzos regulatorios a nivel nacional, y la Unión Europea también ha comenzado su proceso legislativo en este sentido.
La Ley de IA de la UE es un marco legal emblemático destinado a regular la IA. Incluye la transparencia algorítmica, destacando la importancia de desarrollar sistemas de IA de manera que se garantice la trazabilidad y claridad. Además, la reciente directiva aprobada por la UE sobre el trabajo en plataformas digitales tiene como objetivo mejorar la transparencia en los algoritmos que gestionan los recursos humanos y asegurar que los trabajadores estén adecuadamente informados y tengan el derecho a impugnar decisiones automatizadas.
La inteligencia artificial (IA) está transformando diversos aspectos del trabajo, presentando tanto oportunidades como desafíos para la seguridad y salud ocupacional. En el lugar de trabajo, la IA se manifiesta en formas como editores de texto, chatbots, coches autónomos y sistemas de gestión. La IA facilita el trabajo en plataformas digitales, la automatización de tareas repetitivas o peligrosas, y la gestión de trabajadores mediante algoritmos.
Aunque la IA puede mejorar la seguridad al asumir tareas peligrosas y monitorear riesgos, también introduce problemas como la falta de transparencia en los algoritmos, la dependencia excesiva en la tecnología, y riesgos psicosociales relacionados con la vigilancia y la pérdida de habilidades. Para abordar estos desafíos, se requieren acciones legislativas que garanticen la transparencia y protección de los trabajadores, como la Ley de IA de la UE y la directiva sobre trabajo en plataformas digitales.