Francisco Padilla, licenciado en derecho y egresado de la Universidad Latinoamericana con estudios en criminología y morfopsicología, impartió la conferencia “Rasgos Familiares de Riesgo y Criminalidad” durante la primera reunión de la Asociación Mexicana de Especialistas en Seguridad Integral (AMEXSI). En su presentación, destacó que estos estudios pueden ser una herramienta valiosa en el ámbito de la seguridad, tanto para la prevención como para la toma de decisiones y las respuestas adecuadas.
El experto explicó que, al analizar el rostro y su morfología, podemos identificar tres áreas distintas, cada una de las cuales revela aspectos de la personalidad de una persona:
Área Intelectual o Cerebral: Esta zona abarca el cráneo, la frente, las cejas y los ojos. Una frente alta se asocia con la inteligencia, mientras que una frente baja sugiere firmeza y obstinación. Una frente rectangular indica organización mental.
Área Emotiva o Sentimental: Com-prende los pómulos, las mejillas y la nariz. Aquí encontramos rasgos relacionados con las emociones, la empatía y la afectividad. Las mejillas prominentes se asocian con el liderazgo, mientras que unas mejillas retraídas indican humildad.
Área Instintiva: Incluye la mandíbula, la boca y el mentón. Estos rasgos están relacionados con el impulso, la determinación y el instinto. Una mandíbula ancha sugiere tenacidad y lucha, mientras que un mentón prominente se percibe como un espíritu competitivo.
Durante la conferencia, también se presentaron los seis puntos clave para analizar la psicopatía a través del rostro:
Los Ojos: Transmiten emociones. Ojos grandes pueden reflejar sinceridad y ambición, mientras que ojos pequeños pueden indicar inteligencia e inquietud.
En cuanto a las líneas en el rostro, estas reflejan nuestras experiencias vividas y, por tanto, las personas las perciben como signos de mal humor, obsesión, tristeza, alegría, reflexión, preocupación y orgullo. Como regla general, las líneas de expresión horizontales pueden ser positivas, mientras que las verticales suelen ser negativas. Sin embargo, hay excepciones, como en el caso del entrecejo: cuando hay dos líneas, esto indica un enfoque analítico y la capacidad de asombro, y se reflejan en sentido horizontal.
Para finalizar, el experto recalcó que toda esta información es cuantitativa y cualitativa. Además, dado que cada rostro tiene sus propias características, es fundamental considerar la morfosicología junto con la somorfología para realizar un estudio completo de los rasgos corporales. Aunque los rasgos faciales son percibidos por la sociedad como indicadores de la personalidad, nuestra imagen y la impresión que damos influyen significativamente en nuestra vida y en cómo nos perciben.