En nuestro mundo global con una digitalización más que evaluada e implementada, la industria de la moda no está al margen de ninguno de los efectos de la tecnología en sus procesos.
Cualquiera de ellos: el proceso logístico de gestión de stock, el proceso productivo y distribución, el área de marketing y comunicación, la innovación y la tecnología, el ecommerce, podemos decir que la industria de la moda es una de las que más ha reforzado y acelerado los planes de implementación digital ya que es vital en un mercado de competitividad internacional y con el objetivo de llegar a los máximos mercados posibles.
La confluencia de la virtualidad no sólo existe en la red de tiendas, propias, franquicias, corners o en los puntos de venta multimarca, también en los canales online. La omnicanalidad no sólo es exigencia del consumidor si no de las juntas de accionistas y de gestión de la industria de la moda y por lo tanto el perfil de sus gestores debe estar totalmente imbuida en la asimilación de la transformación tecnológica y de innovación.
Cada vez se destinan porcentajes de inversión más importantes al big data, la inteligencia artificial y las infraestructuras tecnológicas de procesos ¿Pero ¿qué pasa con nuestra ciberseguridad? ¿Cómo protegemos todos nuestros activos, tangibles e intangibles, digitalmente? ¿ Estamos haciendo el mismo esfuerzo para protegernos que el que hacemos para avanzar e innovar en aquello que nos hace facturar más?
Pues creo que ahora mismo, no.
Hay una máxima que indica que, existe una gran necesidad de que las empresas de la industria de la moda cuenten con soluciones de seguridad digital que vayan más allá de la prevención.
La utilización de esas nuevas tecnologías que es mutar nuestra economía a una versión 4.0, indica que los canales digitales se utilizan no sólo para transacciones propias o ajenas, de comunicación y de servicio hacia el cliente si no para que el paso fundamental productivo, creativo, logístico y comercialmente se realice, exclusivamente. Por canales tecnológicos y digitales.
Este contexto obliga a aumentar el esfuerzo de combatir los ciberataques que son amenazas complejas para las que no existen soluciones comunes.
Las empresas de la industria de la moda han de disponer de herramientas para protegerse por medio de paquetes de seguridad completa, eficiente y eficaces en proporción a la dependencia tecnológica de las empresas.
Antes de implementar soluciones hay que realizar un análisis y una evaluación de riesgos, posteriormente, se utilizarán elementos tecnológicos adecuados que nos permitan : proteger datos, evitar accesos no deseados ( por medio de sistemas de gestión de identidad y autenticación), controlar todos los dispositivos y soportes de software, realizar backups mediante aplicaciones específicas de contingencia y continuidad, instalar herramientas anti fraude y anti malware y proteger las comunicaciones.
Incluso ha aparecido la fórmula de las ciber pólizas, que son soluciones de cobertura que las aseguradoras han incorporado ante las amenazas tecnológicas y ciberataques.
Es decir, contar con una protección activa que esté alineada con el enfoque estratégico de la organización y su planificación, con una respuesta rápida en la toma de decisiones nos ofrecerá una posición avanzada a la hora de responder de manera efectiva con el mínimo de daños para nuestra empresa.
Claro que no existe la seguridad absoluta, ni física ni virtual, pero no me la jugaría con mi empresa dejándola desprotegida.