En un periodo próximo a los cinco años, vienen para el sector grandes e importantes cambios relacionados con nuevos impuestos medioambientales, profundas transformaciones relacionadas con la gestión del comercio exterior, así como en los modos de transporte.
El sector logístico y portuario está acostumbrado a adaptarse a las cambiantes circunstancias y a las nuevas regulaciones que le afectan.
Pues bien, en un periodo próximo a los cinco años, vienen grandes e importantes cambios relacionados con nuevos impuestos medioambientales, profundas transformaciones relacionadas con la gestión del comercio exterior, así como en los modos de transportes.
Unos nuevos parámetros, relacionados con la política europea, que han tenido desde las empresas y organizaciones voces detractoras, solicitando demoras y aclaraciones, como podrán comprobar en las siguientes páginas de este monográfico.
CBAM
Uno de los primeros cambios que afectará el sector es el Carbon Border Adjustment Mechanism (CBAM), el cual ya está en fase de transición desde el 1 de octubre del 2023, y que tiene como objetivo garantizar que las medidas para la reducción de emisiones implantadas por la Unión Europea -como es el caso también del ETS-, no se vean contrarrestadas por un aumento de las emisiones fuera de sus fronteras debido a la deslocalización de la producción.
Es una medida de lucha contra el cambio climático que debería evitar el riesgo de fuga de carbono y respaldar la mayor ambición de la UE en materia de mitigación del cambio climático.
ETS
Otra de las regulaciones es la implantación del EU Emissions Trading System (EU ETS), que obligará a pagar a los buques que escalen en puertos europeos unos derechos de emisión de carbono.
Aunque muchos son los que consideran que afectará a la competitividad de los puertos mediterráneos, si es cierto que el ETS es crucial para alcanzar los objetivos de la descarbonización, pero algunos operadores y puertos afirman que supone un riesgo sobre el tráfico marítimo.
Debido a eso, se lleva pidiendo desde hace meses una moratoria del ETS hasta que no se incorporen unas mejoras necesarias.
Impuesto de la Generalitat sobre grandes buques
A principios del 2024 se implementará otro impuesto, esta vez para los puertos catalanes. Es el impuesto de la Generalitat de Catalunya sobre las emisiones de los grandes buques.
Este impuesto afectará a buques de más de 5.000 toneladas de arqueo bruto (GT), por lo que repercutirá sobre ferris, buques tanque, cruceros, portacontenedores, cargueros y petroleros, entre otros. Concretamente, deberán pagar un euro por cada kilogramo de óxido de nitrógeno (NOx) y partículas (PM).
Sin peajes a cambio de ferrocarril
También en el 2024, los transportistas españoles verán un gran cambio en las carreteras: no se extenderán los peajes.
Esta medida recaudatoria será sustituida por la promesa de potenciar autopistas ferroviarias, es decir, por incentivar el uso del ferrocarril tanto para el transporte de mercancías como de pasajeros. Para lograr este reto se ha propuesto la bonificación de los cánones ferroviarios como mínimo durante cinco años.
Desaparecen las alianzas de navieras
Por otra parte, a partir del 25 de abril del 2024, la Comisión Europea no ampliará las exenciones antimonopolio a los consorcios de navieras. Con esta decisión, desaparecen las alianzas de compañías marítimas, una demanda que vinieron encabezando transitarios y cargadores.
Finalmente, encontramos la tan hablada reforma del Código Aduanero de la Unión (CAU). Esta reforma, que desde la creación del CAU en 1968 ha sido la más ambiciosa, busca reducir y simplificar los procedimientos aduaneros más complicados.
Y es que el nuevo Código crea un paradigma de la gestión aduanera que va a suponer la reducción de los procedimientos aduaneros, además de enfocar de una manera más tecnológica e inteligente las declaraciones tradicionales y basarse en datos de las operaciones de importación y exportación.
Por lo tanto, el sector se enfrenta a numerosos cambios normativos. La mayoría son impuestos, y todo a partir de normativas europeas. Estas nuevas regulaciones, que en breve entrarán en vigor para todos, tienen una misma columna vertebral: el medio ambiente. La sostenibilidad es un aspecto clave y muy importante para las instituciones, y también para las empresas, sin duda.