LA NECESIDAD DE MÁS EDIFICIOS INTELIGENTES O ‘SMART BUILDINGS’

Con el uso de la tecnología se puede lograr que estas estructuras alberguen ambientes más sustentables para sus ocupantes.

Estamos llegando a una nueva era en lo que respecta a la construcción de edificios. Ya no es suficiente que las oficinas brinden un espacio para que nos sentemos en un escritorio y trabajemos. Hoy en día, gracias a la evolución de la tecnología, es posible que un edificio no solo brinde todos los servicios que necesitan los ocupantes, sino que esto se haga mientras permite que el edificio sea lo más eficiente posible, minimizando los costos y aumentando el ahorro de energía a lo largo de la vida del edificio.

El Ing. Andrés Dueñas, gerente de Proyectos de la empresa BT Technology Solutions, es el encargado de plasmar y ejecutar una solución ante la necesidad tecnológica de clientes que buscan innovación y eficiencia en sus proyectos. Para definir qué es un edificio inteligente existen varios conceptos, dice. “Sin embargo, para dar algo más preciso, es una construcción que combina la parte arquitectónica con la tecnología con la finalidad de lograr maximizar la eficiencia del edificio para ser eficientes en el tema de gastos, costos y brindar un mayor nivel de seguridad y confort a sus ocupantes. En otras palabras, un smart building tiene varios subsistemas y los automatiza para lograr eficiencia”.

La característica más fundamental de un edificio inteligente es que los sistemas centrales dentro de él están vinculados. La conexión de tecnología inteligente, como sensores de ocupación de IoT (internet de las cosas) en tiempo real y sistemas de administración de edificios, significa que puede compartir información que se puede usar para automatizar varios procesos, incluidos —entre otros— calefacción, ventilación, iluminación, aire acondicionado y seguridad. “Además que permite hacer modificaciones de crecimiento en las edificaciones sin que esto conlleve grandes inversiones, y poder generar ahorro de consumo energético y de agua. Las características se pueden dividir en dos grupos: hacia los usuarios y hacia los administradores como tales”, destaca Dueñas.

La implementación de este tipo de tecnologías es aplicable a todo tipo de construcciones. Es común pensar que se puede usar la tecnología solo para grandes proyectos. “A nivel mundial se ha enmarcado más en edificios debido a la gran concentración de personas se da en enormes complejos de este tipo. Pero se puede aplicar a centros comerciales, hospitales, clínicas, escuelas, fábricas, universidades, negocios de retail (venta por menor y directa de productos). En sí, se puede aplicar a cualquier edificación que busque eficiencia energética y operativa”.

Esto no tiene nada que ver con el tamaño del proyecto, ya que en otros países está presente en urbanizaciones o casas. “En nuestro país, por el tema de costos, aún no se ve un desarrollo en el tema residencial”, menciona el también experto en seguridad electrónica, automatización y gestión energética.

Los edificios inteligentes se han diseñado específicamente para ofrecer una experiencia más cómoda a sus ocupantes. De allí que la reducción del consumo de energía, mejoramiento de la eficiencia del edificio, el mantenimiento predictivo, el aumento de la productividad y mejor uso de los recursos apuntan a ser una buena inversión a largo plazo.

Sistemas inteligentes en edificios de Guayaquil

¿Un edificio ya construido puede convertirse en inteligente? “En el caso de Ecuador, tenemos una gran cantidad de edificios. Estos se pueden transformar en inteligentes cambiando ciertos sistemas haciendo uso de la tecnología. Este tipo de inversiones terminan siendo muy rentables. En BT Technology Solutions tenemos casos en que las tasas de retorno de inversión (métrica para saber cuánto la empresa ganó a través de sus inversiones) en la implementación de estos proyectos sean aproximadamente de 2,5 años o hasta 3″, explica Dueñas.

Una infraestructura tiene mucho consumo de agua y de electricidad. Estos son los parámetros más grandes que tenemos en el país, dice el experto. “Manejar eficientemente estos consumos es lo ideal, porque finalmente beneficia rentablemente al usuario final. Como ejemplo, si tomamos la automatización de estos parámetros de consumo, el acondicionador de aire puede reducir fácilmente el 13 % del consumo global de una edificación o de un recinto. Inclusive les decimos a nuestros clientes para reducir las inversiones en estas tecnologías limpias, como las solares o eólicas”.

Los edificios inteligentes integran tecnología e IoT para brindar soluciones a los antiguos problemas de gasto excesivo e ineficiencia en la construcción y el uso de edificios. Dentro de un edificio inteligente todos los sistemas están conectados, desde el aire acondicionado hasta la seguridad e iluminación. Así, las tecnologías con las que los ingenieros y arquitectos alguna vez solo podían soñar son ahora una realidad para los modernos sistemas de control ambiental en edificios. Estos sistemas aprovechan el poder del internet de las cosas (IoT) y el software de análisis para permitir una mejor toma de decisiones y una automatización dinámica. El resultado son ambientes interiores más inteligentes, saludables y atractivos.

Reglamentaciones ambientales

Localmente, en el país, no las tenemos como tal o que sean como una normativa, dice Dueñas. “Hay algunos impulsos o iniciativas del Ministerio de Energía, o de universidades que están ya manejando este tema de tener soluciones eficientes a nivel de edificaciones inteligentes. A nivel mundial sí existen regulaciones que permiten inclusive ventajas tributarias en las construcciones o remodelaciones de edificios, como en Colombia, por ejemplo, donde hay parámetros que hacen que los edificios deban cumplir normativas internacionales, como la LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, por sus siglas en inglés), que obligan a cumplir ciertas pautas, como el uso de materiales adecuados. Acá en el país no existe una normativa clara en cuanto a edificaciones inteligentes”.

Lo que sí existen son instituciones financieras, como es el caso de Produbanco, que otorga préstamos verdes para los interesados en invertir en proyectos sustentables o de soluciones energéticas, destaca el experto.

En cuanto a edificios inteligentes, en el país se puede mencionar a Produbanco-Ekopark y el 100 Business Plaza (al cual la gente se refiere como “barril del Chavo”, frente al Mall del Sol); también hay una cadena farmacéutica que se está automatizando, entre otros ejemplos.

“En nuestro país existe aún un miedo a este tipo de inversiones, pero es debido al desconocimiento de los beneficios que tienen los edificios inteligentes. Saber que, aparte de lo económico, también se está aportando al tema ambiental al reducir el consumo de energía eléctrica y de agua”, finaliza.

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