Esta tecnología de realidad virtual permite que los empleados experimenten una sensación más real en los entrenamientos en seguridad laboral.
Miles de empleados ya usan la realidad virtual como parte de las estrategias para optimizar los procesos de seguridad y salud en el trabajo; con un impacto positivo en la gestión de su protección en las organizaciones. Esto ha sido parte de los esfuerzos del sector por sumarse a las tendencias tecnológicas del momento y mantenerse a la vanguardia de estas soluciones.
La integración de estos equipos de realidad virtual inmersiva ha sido clave para proteger la vida de millones de trabajadores, como ha indicado Positiva Compañía de Seguros. De acuerdo con su presidente, José Luis Correa, este proyecto de ‘Educación Inmersiva’, con simuladores de realidad virtual con tecnologías hápticas -desarrolladas por una empresa colombiana- se ha convertido en una solución efectiva para reducir y prevenir los accidentes.
En el último año, por lo menos 9.950 pymes han implementado esta tecnología en sus procesos de seguridad y salud en el trabajo, capacitando a 22 mil trabajadores, quienes pueden a través de esta modalidad de enseñanza tener una experiencia más cercana y real a esos riesgos a los que se enfrentan en su día a día. Precisamente, la tecnología háptica lo que permite es tener una sensación más real al tacto, mediante sistemas que ejercen vibraciones o movimientos sobre la persona que los está usando.
Como explican desde la compañía, han desarrollado escenarios con simuladores de realidad virtual inmersiva con integraciones hápticas enfocadas a la capacitación, formación y entrenamiento kinestésico para directivos, responsables en seguridad y salud en el trabajo (SST) y trabajadores líderes. Esto se ha aplicado inicialmente en procesos formativos de trabajo seguro en alturas, espacios confinados, riesgo eléctrico, reanimación cardiopulmonar, seguridad vial en moto y automóvil o manejo seguro de extintores.
“Esta metodología no solo prioriza la seguridad, sino que también puede mejorar la eficiencia al familiarizar a los empleados con los procedimientos y controles, reduciendo así tanto los riesgos como los tiempos de inactividad”, asegura Correa.