Las bibliotecas han evolucionado para convertirse en guías esenciales en la selección y verificación de información digital. En un entorno saturado de noticias falsas, su papel es más crucial que nunca.
Lectura en línea
Las bibliotecas públicas han sido, históricamente, pilares del conocimiento y defensoras del acceso libre a la información. En la era digital, esta misión ha evolucionado para adaptarse a nuevas demandas y desafíos. Hoy en día, no sólo resguardan libros, sino que también ofrecen recursos digitales y se han convertido en agentes clave para la alfabetización digital.
Las bibliotecas digitales han ganado relevancia en los últimos años, impulsadas por los avances tecnológicos y el mayor acceso a internet. Esta evolución permite a más personas acceder a una vasta colección de libros y recursos desde cualquier parte del mundo, lo cual fomenta la lectura en formatos digitales.
De acuerdo con Pew Research Center, en Estados Unidos, el porcentaje de adultos que leyeron al menos un libro electrónico subió del 17% en 2011 al 26% en 2020, lo que muestra un cambio en las preferencias de lectura. Aunque los libros físicos siguen siendo populares, la digitalización ha ampliado las oportunidades para acceder al conocimiento, lo cual es fundamental para las bibliotecas públicas.
Sin embargo, esta transformación también presenta retos. Uno de ellos es reducir la brecha digital en ciudades como Bogotá, donde existe desigualdad en el acceso, calidad y uso de entornos digitales. La Biblioteca Digital de Bogotá (BDB) de BibloRed se enfrenta a estos desafíos al ofrecer más de 3 millones de recursos digitales y curando contenidos para garantizar su confiabilidad.
Una ciudadanía crítica
En un mundo lleno de creadores, surge una pregunta crucial: ¿cómo seleccionar la información adecuada y verificar su veracidad? La selección y verificación de contenidos es una competencia esencial en el entorno digital. Alexander Zambrano, coordinador de la BDB, destaca el trabajo de la biblioteca para reconocer noticias falsas y formar a los usuarios en estas competencias. Sin embargo, la alfabetización digital no se limita a esta habilidad.
Uno de los problemas más graves de la era digital es la proliferación de noticias falsas, que distorsionan la percepción pública. La BDB ha asumido un rol activo en la lucha contra este fenómeno al desarrollar talleres que fortalecen las competencias digitales de los ciudadanos. Estos se enfocan en seguridad en línea, detección de noticias falsas y creación de contenido digital. Una ciudadanía capaz de verificar la información está mejor preparada para enfrentar los retos del entorno digital.
El desarrollo de habilidades digitales es crucial para enfrentar los desafíos del mundo actual. Según el marco europeo DigComp, las competencias digitales incluyen selección de información, seguridad en línea, creación de contenido, comunicación y resolución de problemas. Cada una de ellas fomenta una ciudadanía crítica y capaz de discernir entre lo verdadero y lo falso, participando activamente en la construcción de una sociedad más justa e informada.
Dichas competencias promueven ciudadanías críticas, capaces de crear y consumir contenido bajo criterios rigurosos de selección. Por ejemplo, la selección de información disminuye la proliferación de noticias falsas, frecuentemente utilizadas en estrategias electorales por ser reactivas y sensacionalistas. En estos casos, la verificación de fuentes y la comparación pueden mitigar los efectos negativos en la sociedad y fortalecer la democracia.
Navegando en la desinformación
Uno de los principales desafíos del mundo digital es la selección y mediación de información, aspectos fundamentales del trabajo bibliotecario. Ya sea al elegir recomendaciones, en procesos de selección o en actividades de mediación, los bibliotecarios se enfrentan constantemente al reto de verificar y seleccionar contenidos bajo diversos criterios.
Con el auge de internet y la facilidad para crear y acceder a información, esta habilidad se ha vuelto esencial para navegar en el mundo digital y sus múltiples posibilidades. Los ciudadanos están expuestos a una avalancha de contenidos, muchos de ellos falsos o maliciosos, que deben aprender a validar en sus interacciones diarias.
En este contexto, las bibliotecas son una parte crucial de la infraestructura para la inclusión digital. Por eso, la Biblioteca Digital de Bogotá ha evolucionado a través de diversos proyectos para guiar a sus usuarios en el acceso, uso y creación de contenidos, tanto en formatos digitales como analógicos.
En un mundo cada vez más digital, las bibliotecas públicas se han convertido en piezas fundamentales para garantizar el acceso equitativo a la información y fomentar competencias digitales críticas. Su labor no solo radica en preservar y ofrecer contenido, sino en guiar a los usuarios en la selección y validación de información en un entorno plagado de noticias falsas y desinformación.
La Biblioteca Digital de Bogotá es un claro ejemplo de cómo estas instituciones pueden adaptarse a los desafíos actuales, proporcionando herramientas para reducir la brecha digital y promoviendo una ciudadanía más informada y crítica. En un contexto donde la información es poder, las bibliotecas son aliadas imprescindibles en la formación de una sociedad más justa y participativa.
