LEY DE OUTSOURCING, DEPURACIÓN DEL MERCADO Y REIVINDICACIÓN DEL SECTOR DE LA SEGURIDAD

Ley de outsourcing, depuración del mercado y reivindicación del sector de la seguridad.

El outsourcing, como estrategia de negocios inició en México hace más de 40 años cuando las compañías contrataban los servicios de vigilancia, limpieza y mantenimiento de otras empresas hasta llegar ahora a áreas de reclutamiento, selección de personal, relaciones públicas, sistemas, información, mantenimiento, entre otras. El concepto ha evolucionado y a mediados de los años ochenta una corriente en el outsourcing empezó a tomar fuerza: la flexibilidad y para los años noventa ofrece contratar servicios externos de personal que proveen servicios especializados que permiten la maximización y especialización de los negocios. En nuestro país, en los últimos años han aumentado el número de empresas que subcontratan trabajadores o servicios convirtiendo al outsourcing en una práctica productiva en expansión; donde la subcontratación y sus formas jurídicas involucran cada vez más trabajadores, aproximadamente al 40%.

En opinión del licenciado Rubén Fajardo Correa, la triste cadena de abusos a derivado en las actuales reformas a la Ley, pues recuerda que en los años 80 “era mucho más económico contratar por outsourcing que tener a empleados propios porque la mayoría de las empresas en México tenían prestaciones que iban del 30 al 40% del salario mientras que las prestaciones que la Ley marcaba eran del 18%” por lo que las empresas preferían no tener empleados directos, contratarlas mediante un tercero y que este pagará las prestaciones de Ley, por lo que muchas empresas dejaron de cumplir con las obligaciones y el abuso fue tan grande que en los años 90 las empresas empezaron a quitar prestaciones y homologar salarios.

En 2012 se reforma la Ley laboral y se plantea por primera vez crear el régimen de subcontratación con dos condiciones para emplear al trabajador: que el contrato fuese por escrito y que se registrara a los trabajadores en el régimen de seguridad social, sin embargo ante abusos, evasión fiscal e incumplimiento de obligaciones por parte de empresas para con los trabajadores el gobierno actual de Andrés Manuel López Obrador reformó la Ley Federal del Trabajo 2020 buscando resolver los problemas y abusos de la subcontratación que viven aproximadamente 4.6 millones de trabajadores.

Para el también CCP esta nueva Ley no debería afectar a las empresas de seguridad y otros rubros, de hecho piensa que es un buen camino para limpiar al sector y que las empresas ilícitas salgan del mercado pues hay que cumplir con el registro del REPSE, sin embargo, Fajardo Correa, ve como problema el retraso para que entre en vigor, pues como muchas empresas no han cumplido este se ha extendido hasta septiembre e incluso se habla de retrasarlo hasta el próximo año.

Y aunque es consciente que no es una labor sencilla, ordenar al rubro, pues entre que hay muchas empresas que no están en orden; cliente o contratante tiene que cumplir con los registros y obligaciones que marque la Ley, tristemente ve que en el caso de la seguridad, la industria, no ha tomado en sus manos la responsabilidad para luchar contra las empresas que son competencia desleal y que han acostumbrado al cliente a buscar el servicio más económico y no duda que los empresarios y gerentes de seguridad entenderán la diferencia entre costo y valor, pero reconoce que será un proceso largo.

En cuanto a mitos que han surgido alrededor de esta nueva Ley de outsourcing el experto aclara que aquellas empresas que tienen sus propios guardias de seguridad no tienen que contratar a un tercero, pero no pueden operar como proveedores de este, es decir venderlo. El que una empresa ante esta nueva Ley opte por tener sus propios guardias tiene una serie de ventajas como la fidelidad, la selección, la integración pero, para Rubén Fajardo, las desventajas más grandes son la inversión económica, educativa temporal que las empresas deben invertir para prepararlos, “no creo que nos afecte a las empresas de seguridad en regla siempre que el cliente entienda lo que le cuesta la seguridad, lo que le va a costar invertir y que puede llegar a ser mucho más seguro el contratar a un tercero que se dedique al outsourcing”.

En su opinión “vamos por buen camino al haber una depuración del mercado y las malas empresas van a tener que desaparecer” pues es bueno el outsourcing siempre y cuando las empresas, usuario y cliente estén conscientes de cuánto cuesta el trabajo y estén dispuestos a pagar lo que vale, lo que dicta la Ley y rectifica que no está a favor del aplazamiento de la reforma pues se necesita “Ya” porque es un paso hacia la reivindicación del trabajo de la seguridad.

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