Ahorrar recursos y cambiar la mentalidad son las bases para el progreso ecológico
La publicación online E, the Environmental Magazine, ha publicado un decálogo de consejos y buenas prácticas para conseguir un ambiente de trabajo en oficinas lo más verde posible. La mayoría de normas van encaminadas a reducir los consumos energéticos y de recursos, basados en un cambio de perspectiva del propio empleado hacia la eficiencia. Los diez consejos ofrecidos por E:
1. Conocer la huella de carbono de tu oficina: El portal web www.GreenOffice.com, un página especializada en productos de oficina ecológicos, ofrece un calculador gratuito de la huella de carbono para descubrir qué impacto generan los empleados de la oficina y tomar medidas al respecto.
2. Salvar árboles: El trabajador de oficina medio emplea unos 10.000 folios de papel al año. La clave para el ahorro es evitar la impresión siempre que sea posible, utilizar ambos lados del folio, y reciclar el máximo de papel usado.
3. Apagar la luz: La iluminación artificial puede llegar a suponer el 50% del consumo eléctrico de una oficina. Para paliar ese gasto, lo mejor es apagar las luces de las estancias donde no haya nadie, o aún mejor, colocar sensores de movimientos para que las bombillas sólo se enciendan con la presencia de algún empleados, y se apaguen al no detectar a nadie. Para los ordenadores, otro de los puntos de mayor consumo eléctrico, E recomienda apagarlos durante la noche y dejarlo en hibernación mientras no se esté usando durante el día.
4. Minimizar el ‘E-waste’: E-waste es el residuo que genera todo aparato electrónico una vez consumida su vida útil. Antes de lanzar un ordenador estropeado es mejor comprobar si se puede arreglar, para evitar el arrojo al medio ambiente de componentes de la máquina, que pueden ser contaminantes. Actualmente el E-waste es uno de los mayores retos a afrontar en materia de residuos en todo el mundo.
5. Teletrabajo: Intentar hacer que los empleados no tengan que acudir a la oficina para que puedan trabajar desde casa es una medida muy ecológica, por el ahorro de combustible en el transporte. Siempre que esto sea imposible de realizar, la empresa debe potenciar el uso de bicicletas o del transporte público en vez del vehículo privado. Para evitar aún más viajes, se recomienda la teleconferencia, con herramientas tan básicas como Skype.
6. Cadena de suministro verde: Hay que conocer cómo de verdes son tus proveedores. Siempre que se pueda se debe comprar papel reciclado o tintas de impresión con base de soja, así como otros productos ecológicos de uso cotidiano.
Contratar un servicio de limpieza que utilice productos verdes es muy recomendable, y si no los emplean debe recomendarse. Los empleados respirarán un aire libre de sustancias poco ecológicas durante su jornada laboral.
8. Eco-renovación: Siempre que haya que renovar cualquier componente o producto, es mejor pensar en verde y optar por opciones ecológicas en vez de las convencionales, como ventanas que mantengan el calor y el frío, pinturas no tóxicas o aparatos con la certificación Energy Star de eficiencia energética.
9. Beber agua del grifo: Aunque parezca un acto poco saludable, el agua suministrada por el grifo cumple con todas las normativas de sanidad, y es perfecta y recomendable para su consumo. El agua embotellada supone un gasto en transporte y envases que la de corriente no tiene. Si es preciso, es mejor instalar un filtro en el propio grifo para eliminar algunos componentes.
10. Dos piensan mejor que uno: Es una forma de decir que la conciencia verde debe ser un valor adquirido por toda la empresa. Es bueno formar un comité sobre el tema que controle las prácticas ecológicas en el trabajo, para asegurarse que todos cumplen con los objetivos ecológicos.