Para comprender los desafíos y secretos detrás de la operación de esta gigantesca estructura, Mundo Empresarial entrevistó en exclusiva a Jeevan D’Mello, quien fue el administrador del Burj Khalifa en sus primeros años de operación y desempeñó un papel clave en su gestión y desarrollo como comunidad vertical.

El Burj Khalifa no solo es el edificio más alto del mundo, sino también un símbolo de ambición, innovación y excelencia arquitectónica. Con sus imponentes 828 metros de altura y 163 pisos habitables, esta maravilla de la ingeniería se ha convertido en un emblema de Dubái y un referente en la gestión de rascacielos. Desde su inauguración en 2010, ha sido el epicentro de la vida de lujo, los negocios y el turismo en la región.

Para comprender los desafíos y secretos detrás de la operación de esta gigantesca estructura, Mundo Empresarial entrevistó en exclusiva a Jeevan D’Mello, quien fue el administrador del Burj Khalifa en sus primeros años de operación y desempeñó un papel clave en su gestión y desarrollo como comunidad vertical.

A continuación, D’Mello comparte con nosotros su experiencia, los retos que enfrentó y algunas anécdotas sorprendentes del edificio más famoso del mundo.

ME.- ¿Cuánto tiempo trabajaste en la torre Burj Khalifa?

JD.- Tuve el privilegio de gestionar el Burj Khalifa como Community Manager desde sus primeros años de operación. Mi labor consistía en garantizar que la torre más alta del mundo funcionara sin problemas como una comunidad vertical próspera, abarcando la experiencia de los residentes, el mantenimiento, la seguridad y la sostenibilidad. Sin embargo, ya no estoy allí, ya que he fundado mi propia empresa de consultoría, Zenesis Corporation, en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.

ME.- ¿Cuáles han sido los mayores desafíos?

JD.- Gestionar el edificio más alto del mundo conllevaba desafíos únicos. Uno de los princi-pales fue asegurar un funcionamiento fluido en una estructura supertalla, donde los principios estándar de administración de edificios a menudo debían ser adaptados o rediseñados. La logística, la seguridad, la preparación para emergencias y el mantenimiento de infraestructura eran mucho más complejos que en un edificio convencional.

Además, la altura extrema implicaba enfrentar cargas de viento elevadas, variaciones de temperatura y mecanismos de servicio altamente sofisticados. También fue un reto garantizar una experiencia de lujo para residentes, inquilinos corporativos y visitantes, equilibrando sostenibilidad y eficiencia.

ME.- ¿Cuántos pisos tiene y cuál es su historia?

JD.- El Burj Khalifa cuenta con 163 pisos habitables, además de niveles mecánicos y de mantenimiento, alcanzando una altura total de 828 metros (2,717 pies). Fue inaugurado oficialmente el 4 de enero de 2010 y diseñado por Skidmore, Owings & Merrill, con la construcción liderada por Emaar Properties.

Se concibió como un desarrollo de uso mixto, albergando residencias de lujo, oficinas corporativas, el Hotel Armani, restaurantes, miradores y más. Su diseño y construcción lo han convertido en un ícono global de la ingeniería y la innovación, demostrando la visión de Dubái de siempre ir más allá de los límites convencionales.

Además, el Burj Khalifa ostenta varios Récords Guinness, incluyendo:

Edificio más alto del mundo – 828 metros

Estructura independiente más alta

Piso ocupado más alto – Nivel 163

Mirador al aire libre más alto – Nivel 148 (555 metros)

Servicio de ascensores más alto – Recorrido de 504 metros en un solo tramo

Ascensores de doble cabina más rápidos – Velocidad de 36 km/h

Espectáculo de luz y sonido más grande en un solo edificio

ME.- ¿Cómo se maneja tanta basura en un rascacielos de esta magnitud?

JD.- Con miles de residentes, oficinas y visitantes diarios, la gestión de residuos es una operación a gran escala. El Burj Khalifa cuenta con un sistema de recolección por vacío, que transporta los desechos a través de tuberías subterráneas hasta una unidad central de procesamiento. Esto reduce la manipulación manual y evita la acumulación de basura dentro del edificio.

Además, se han implementado programas de reciclaje y separación de residuos para reducir el impacto ambiental y mejorar la sostenibilidad del edificio.

ME.- ¿Cómo se suministran agua y otros servicios hasta el último piso?

JD.- El agua no se bombea directamente hasta la cima, ya que esto generaría una presión extrema. En su lugar, se transporta en etapas, utilizando tanques intermedios ubicados a lo largo de la estructura.

El mismo principio se aplica a la refrigeración y otros servicios esenciales, garantizando que todo funcione de manera eficiente y estable a lo largo de los diferentes niveles del edificio.

ME.- ¿Son los ascensores tan esenciales como el agua y la electricidad?

JD.- Sin duda. Los ascensores en el Burj Khalifa son una línea de vida esencial. Con 57 ascensores, incluyendo algunos de los más rápidos del mundo, el transporte vertical es fundamental para el funcionamiento diario del edificio.

Sin un sistema eficiente de ascensores, la movilidad dentro de la torre sería imposible, tanto para residentes como para empleados y equipos de mantenimiento.

ME.- ¿Cuántas personas ingresan diariamente al Burj Khalifa?

JD.- En un día promedio, el Burj Khalifa recibe entre 35,000 y 40,000 personas, incluyendo residentes, trabajadores de oficina, huéspedes del hotel, visitantes de restaurantes y turistas.

Durante la temporada alta de turismo, este número puede aumentar significativamente, ya que los miradores de la torre atraen a millones de visitantes cada año.

ME.- ¿Cómo se garantiza la seguridad de la torre?

JD.- La seguridad en el Burj Khalifa es un proceso de múltiples niveles, con vigilancia 24/7, control de acceso y un equipo de seguridad altamente capacitado.

Se utilizan sistemas avanzados de reconocimi-ento facial y acceso con RFID para monitorear el movimiento dentro del edificio. También hay protocolos de emergencia para incendios, inci-dentes médicos e incluso medidas antiterroristas, en colaboración con la Policía de Dubái.

ME.- ¿El presupuesto es suficiente para mantener la torre?

JD.- Mantener una estructura de esta magnitud requiere una planificación meticulosa. Aunque el presupuesto está bien estructurado, es funda-mental equilibrar costos operativos, sostenibilidad y eficiencia para garantizar el funcionamiento óptimo del edificio.

Innovaciones en gestión energética, manteni-miento y optimización de servicios han sido clave para reducir costos sin comprometer la calidad.

ME.- ¿Puedes contarnos alguna anécdota sorprendente?

JD.- Uno de los momentos más sorprendentes fue cuando el escalador francés Alain Robert, conocido como el “Spiderman Francés”, escaló el Burj Khalifa en 2011. Aunque en otras ocasiones ha subido edificios sin permiso, esta vez fue un evento autorizado. Le tomó seis horas llegar a la cima, lo que demuestra no solo su resistencia, sino la escala descomunal de la torre.

Por otro lado, algo que siempre sorprende a los visitantes es que, en los pisos más altos, el edificio se mueve ligeramente debido al viento. Esta flexibilidad estructural es completamente normal, pero muchos no esperan sentir ese balanceo.

ME.- ¿Algo más que te gustaría agregar?

JD.- El Burj Khalifa no es solo un edificio, es un símbolo de la ambición humana. Gestionar este ícono fue un desafío y un honor, y me permitió ver de primera mano lo que se necesita para mantener un referente mundial en operación.

Esta entrevista nos deja ver el increíble esfuerzo detrás del Burj Khalifa, una obra maestra que sigue desafiando los límites de la arquitectura y la ingeniería.

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