En el marco del Bicentenario de la Consumación de la Independencia, ambas naciones acordaron beneficiarse en las áreas de ciencia espacial, exploración del espacio y estudios planetarios.
México quiere ir sí o sí a las estrellas y espera hacerlo de la mano de Rusia, luego de que este martes ambas naciones firmaron un acuerdo de cooperación para la exploración y utilización del espacio ultraterrestre para fines pacíficos.
A través de la Agencia Espacial Mexicana (AEM) y la Corporación Estatal Espacial ‘Roscosmos’, México expresó su deseo por desarrollar tecnologías que les permitan alcanzar el desarrollo de la industria aeroespacial nacional, tras años de rezago y de nula inversión.
En dicho acuerdo, se contempla la cooperación en la exploración, utilización del espacio ultraterrestre y la aplicación práctica del equipo espacial y de las tecnologías espaciales para fines pacíficos.
Asimismo, se fortalecerán las áreas de ciencia espacial, la investigación astrofísica y los estudios planetarios; percepción remota de la Tierra desde el espacio, comunicaciones por satélite, uso de tecnologías de información y los servicios asociados a estas.
“Las amplias áreas de cooperación que podrán instrumentarse a mediano y largo plazo en el marco del Acuerdo quedaron establecidas en las áreas de ciencia espacial y exploración del espacio ultraterrestre, incluida la investigación astrofísica y los estudios planetarios; percepción remota de la Tierra desde el espacio; comunicaciones por satélite, así como el uso de las tecnologías de información y los servicios asociados a ésta”, se lee en comunicado emitido por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
En ese mismo sentido, Rusia se comprometió a ayudar a México en materia de navegación satelital, geodesia y meteorología espacial, estudio de materiales espaciales, biología y medicina espaciales, viajes espaciales tripulados, uso de resultados de las actividades conjuntas para el desarrollo de equipos y tecnologías espaciales; protección del entorno espacial, incluso el control, mitigación y reducción de la generación de desechos espaciales.
Aunado a ello, ambos países acordaron realizar intercambios académicos y de conocimientos entre científicos e investigadores para que los jovenes mexicanos interesados en la industria aeroespacial puedan realizar estancias en Rusia y aprender más del espacio.
En el marco del Bicentenario de la Consumación de la Independencia, el acuerdo fue firmado por el Ministro del Trabajo y Protección Social de Rusia, Anton Kotyakov; el Embajador de Rusia en México, Viktor Koronelli, el Jefe de la División ROSCOSMOS, Alexander Bocharev; así como el director de la Agencia Espacial Mexicana, Salvador Landeros Ayala.
México quiere sí o sí llegar al espacio
Ya en octubre del año pasado, México y Argentina firmaron un convenio para la creación de la Agencia Espacial Latinoamericana y del Caribe (ALCE), con el objetivo de construir y desarrollar tecnología propia que ayude en el progreso de todas las naciones de la región.
En su momento, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, señaló que es momento de que Latinoamérica pueda progresar y no se quede más rezagada en comparación con los países del primer mundo, por lo que esperan poner su primer satélite en órbita para 2022 0 2023.
¿Cuáles son las razones para llegar al espacio?
De acuerdo con el director gerente de Space in Africa, Temiyado Onisun, tener un programa espacial sólido representa un gran beneficio, ya que no solo es lanzar cohetes (como se tiene la creencia), sino que puede beneficiar en temas tecnológicos y de mapeo.
“Algunos quieren un satélite de comunicaciones porque ofrece un excelente rendimiento de la inversión y ayuda a cerrar la brecha digital. Es por ello que, rara vez se ve a un país en desarrollo hablar de exploraciones espaciales (Luna, Marte, etc.) y esas cosas”, mencionó a AP.
El crecimiento de la industria espacial comercial y las perspectivas de acceso mundial a internet desde constelaciones de satélites podrían ayudar cada vez más a los países Latinoamericanos que carecen de cobertura.
Asimismo, los datos satelitales también pueden orientar el desarrollo de los cultivos, ayudar a la industria y la gestión de desastres naturales, rastrear el clima y otras condiciones geográficas y hasta el rastreo de enfermedades.