Para atender la nueva demanda por el nearshoring y aprovecharla al máximo se debe incluir un desarrollo integral con transporte, luz, agua y vivienda.
Por Verónica González
En México hay un déficit de 300 mil viviendas.
Con el fenómeno del nearshoring, que implica la relocalización de cadenas de suministro para acercar la producción de empresas a los mercados de consumo de Estados Unidos, está proyectando un aumento en la demanda de vivienda, especialmente en áreas industriales como Tijuana, Monterrey y Ciudad de México.
Así lo aseguraron Sergio Leal, presidente del Consejo de Administración de Vinte, y Jesús Sandoval, accionista y director general de Grupo Ruba para Norte Económico, el podcast de Grupo Financiero Banorte.
Los dos directivos coincidieron en que el nearshoring representa una oportunidad significativa para impulsar el sector de la vivienda, destacando especialmente el potencial en la construcción de viviendas de interés social.
Sin embargo, señalaron la necesidad de atender desafíos, como la escasez de alrededor de 300 mil viviendas en el país.
«Lo que nosotros visualizamos es que se tiene que hacer un barco donde vayan cuatro o cinco especialidades. Prácticamente, el transporte, la gestión, la luz, el agua y la vivienda, para poder tener un nearshoring muchísimo más completo, donde la gente no se tenga que andar moviendo de un lado a otro y que prácticamente tengan estas ciudades industriales muy complejas», explicó Sergio Leal.
Vinte usará bono sustentable para edificar casas por demanda de nearshoring
Jesús Sandoval agregó que el crecimiento potencial del sector se encuentra en la vivienda de interés social, siempre y cuando se generen políticas de vivienda en el país que permitan a un amplio segmento de la población acceder a créditos y aspirar a tener una vivienda.
Destacaron la importancia de implementar políticas Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) en el sector de la vivienda. Coincidieron en que esta es una tendencia creciente y que las desarrolladoras están invirtiendo en obtener certificaciones que avalen la sustentabilidad de sus proyectos.
«Nosotros lo que vemos es que ya en el futuro, por ejemplo, Vinte, la última deuda que sacamos de 1,500 millones, nos dieron 100 puntos base por tener viviendas certificadas y por contratar hipotecas certificadas […] nosotros pensamos que en unos 12 meses, el que no tenga la parte de sustentabilidad solucionada con un mecanismo que pueda ser bien probable, esto te va a llevar a que no puedas tener acceso de crédito», finalizó Leal.
Concluyen que, el fenómeno del nearshoring está no solo reconfigurando las cadenas de suministro, sino también impulsando el desarrollo del sector de la vivienda en regiones clave de México, con un enfoque particular en la vivienda de interés social y la sustentabilidad como aspecto crucial a considerar en los proyectos futuros.