Por Dr. Francisco Suárez Hernández
Director de Asuntos Públicos y Relaciones Estratégicas FEMSA y Asuntos Corporativos Negocios Estratégicos y División Salud. Ex Presidente del Consejo del World Environment Center.
Recientemente tuve el gusto de participar en el panel del evento denominado “Perspectivas Económicas de América Latina 2024, Financiamiento para el Desarrollo Sostenible”. La invitación y coordinación fue por parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, “OCDE”; que es un organismo de cooperación internacional compuesto por 38 Estados, cuyo objetivo es coordinar sus políticas económicas y sociales. La OCDE fue fundada en 1961 y su sede central se encuentra en el Château de la Muette en París; el encuentro fue en todos los sentidos interesante, escuchar las perspectivas de diferentes expertos de la OCDE y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe “CEPAL”, así como otras multilaterales claves, sector público y privado.
Cuando hablamos del contexto financiero, político, social y ambiental internacional de América Latina y el Caribe, nos centramos en las siguientes premisas:
El desempeño económico mundial en 2023 superó las expectativas.
Nuestra región logró una tasa de crecimiento estimada del 2.1%, superando las predicciones de principios de 2023 en más del 1%. Grandes países como Brasil y México aportaron mejoras rele-vantes al crecimiento regional.
Tanto la OCDE como la CEPAL proyectan un crecimiento en 2024 de 2.5% para México.
Esperamos elecciones interesan-tes y muy relevantes en México y EUA, así como en otros países clave de la región como Uruguay y Venezuela durante este año.
En el lado muy positivo, América Latina debería beneficiarse de la relocalización de cadenas globales, el nearshoring y la transición energética.
El Cambio Climático es una prioridad para la región
América Latina y el Caribe están comprometidos con la acción climática, habiendo fijado el objetivo de una reducción de emisiones para 2030 de entre el 24% y el 29%.
Tenemos una gran contradicción en el agua en América Latina, que es la región con más reservas de agua, pero al mismo tiempo con más oportunidades de acceso al agua y saneamiento, donde el 25% de la población carece de acceso al agua potable, mientras que el 66% no tiene acceso a servicios de saneamiento seguros.
Algunas conclusiones relevantes que compartí en el panel de discusión: remarcar que América Latina y el Caribe tiene un potencial económico significativo y oportunidades en varias áreas clave, tales como:
1.Energía renovable: la región cuenta con abundantes recursos naturales aptos para la producción de energía renovable, como la energía solar, eólica e hidroeléctrica.
2.Tecnología e innovación: América Latina tiene una creciente escena de startups tecnológicas, con ciudades como São Paulo, Santiago, Ciudad de México y Monterrey emergiendo como centros tecnológicos.
3.Desarrollo de infraestructura: existe la necesidad de mejorar la infraestructura en toda la región, incluidas las redes de transporte, los puertos y el desarrollo urbano.
4.Educación y salud: mejorar el acceso a servicios de educación y salud de calidad presenta oportunidades para la inversión privada y la innovación.
5.Desarrollo sostenible: la adopción de prácticas sostenibles en la agricultura, la energía y la manufactura puede atraer inversiones responsables y abordar los desafíos ambientales.
6.Inclusión financiera: existe una gran población no bancarizada en la región, lo que presenta oportunidades para expandir los servicios financieros y promover el crecimiento inclusivo.
7.Reubicación de la cadena global y nearshoring sostenible: tenemos una gran oportunidad para que nuestra región capte más inversión extranjera directa y fortalezca nuestras capacidades de fabricación e investigación y desarrollo; siempre pensando en que la principal fuente de energía sea renovable.
8.Acceso al agua y saneamiento: este tema representa un gran desafío para nuestra región, pero al mismo tiempo una gran oportunidad de inversión.
Si volteamos a ver la balanza en muchos temas de la región en el caso de México, en 2023 pasó a ser el principal socio comercial de EUA y fue el mayor exportador a EUA, y está claro que tenemos desafíos como cambio climático de la mano con sequías, y la desigualdad de ingresos será crucial para aprovechar plenamente estas oportunidades que mencioné en los puntos anteriores para realmente fomentar el crecimiento económico sostenible en América Latina y el Caribe.
Tenemos una región talentosa, innovadora, con recursos naturales envidiables para otros continentes y me llevo uno de los mensajes que me dejó con muchas reflexiones positivas y de oportunidad en cambio climático para América Latina: “Requerimos tener una sola voz”, y tiene mucho sentido.