El crimen organizado crece y se desarrolla en gobiernos débiles como es el caso de México y se involucran en cuestiones políticas, por ello, se observan lealtades políticas entre los grupos gobernantes para hacer negocios con el crimen organizado que ponen en peligro la seguridad nacional de cualquier país en el que actúan.
Está demostrado que el crimen organizado en México tiene vínculos con organizaciones islámicas, asiáticas, europeas y africanas; por ello, los funcionarios de primer nivel del gobierno vinculados, atentan contra la seguridad nacional del país, porque se han infiltrado en los más altos niveles del gobierno, corregir tardará muchos años, costara vidas y dinero.
Ante estos elementos, la vulnerabilidad de los países como México es sensible. Si bien la guerra entre los países no ha desaparecido no es la principal amenaza a la seguridad nacional, a pesar de las presiones de las potencias militares como el gobierno de Estados Unidos con su Programa de Seguridad Nacional que sostiene la validez de la intervención militar en cualquier parte del mundo que considere necesario.
México tiene la amenaza permanente de sufrir un intervencionismo militar por parte del gobierno norteamericano al intentar declarar como grupo terrorista a los cárteles del narcotráfico mexicanos y presionar para frenar la migración hacia los Estados Unidos. Es cuando el gobierno no funciona y pone en peligro la seguridad nacional de un país.
Reconoce la ONU desde 2004 y la OEA, que las amenazas emergentes a la seguridad de un país son: la pobreza, el crimen organizado (tráfico de armas, tráfico de personas, tráfico de drogas, tráfico de órganos), el terrorismo internacional y las pandemias como la corrupción, que convierten al ser humano en mercancía, en su explotación sexual y laboral, que son delitos rentables a nivel mundial al ocupar el tercer lugar después del tráfico de armas y del tráfico de drogas.
Por consiguiente, la relación del crimen organizado con el gobierno se intensifico con la nueva estrategia de seguridad, el permitir que se estrechen la mano, se abracen y después se reparten las ganancias; esta evolución no es automática: el gobierno permite el surgimiento de prácticas y actividades ilegales como parte importante de este crecimiento y desarrollo del crimen organizado; es un golpe de Estado desde el gobierno planeado y ejecutado para crear miedo y confusión, desesperanza y desconfianza en la población.
Ofrecen lealtad institucional por impunidad legalizada, fundan la democracia en charcos de sangre con promesas incumplidas, simulaciones y traiciones; la seguridad no tiene que ver con militares ni con la fuerza es con el respeto a la ley, el respeto a los derechos humanos, el respeto a los derechos políticos que tiene el pueblo a gobernarse.
Por consiguiente, la debilidad del gobierno es importante para que exista un vacío y sea ocupado como refugio del crimen organizado; donde los conflictos civiles de diferente naturaleza debilitan a los gobiernos y las estructuras de control social; el crimen organizado puede manipular a poblaciones enteras por el retraso económico y las desigualdades sociales, esto les permite luchar por el acceso al poder.
Así tenemos que cada sexenio se protege a un grupo del crimen organizado con el fin de que financie las campañas electorales; de aquí que, una especie de odio recorre los barrios de las clases medias urbanas, ojos de ira escupen cánticos de desesperanza, de desprecio contra los que les quitaron la ilusión de una vida mejor, manotean y gesticulan de histeria frente al caos.
La mayoría de los mexicanos quiere vivir en paz y no puede porque una minoría sociópata que está en el poder le apuesta a la violencia al priorizar la economía de guerra. Asesinan a gente buena, sin esperanza solo queda el alcohol, las drogas y la violencia sigue en ascenso.
Este es el balance después de una año de gobierno todavía existen nexos y conexiones en las instituciones del país con el crimen organizado, siguen aumentando los muertos, masacre de familias con niños, operativos fallidos en la detención de narcotraficantes.
Por lo mismo, la estrategia de seguridad ya no son los programas sociales sino el combate a la corrupción que todavía existe en las estructuras del actual gobierno.
Cierto, hablar sobre la seguridad nacional es un tema complicado y complejo, para ello primero debemos intentar clarificar tal concepto, ya que es difícil de definir en esta época porque depende del contexto histórico, situación temporal y situación geopolítica del país del que se trate.
El Glosario de Términos Militares dice: “Seguridad. El término seguridad (del latín securitas/securus) significa ´libre de preocupaciones y problemas´, es decir, sentirse a salvo de cualquier daño que pueda ser infligido por otros…Si trasladamos este concepto al ámbito del Estado podemos definir la seguridad como la búsqueda que realizan los Estados y las sociedades para estar libres de toda amenaza y la habilidad de estos mismos para mantener su identidad independiente y su integridad funcional en contra de las fuerzas de cambio que perciben como hostiles…esta definición trata en esencia sobre la supervivencia y la existencia del Estado en sí mismo, por lo que en última instancia cualquier Estado velará por la seguridad de sus tres componentes fundamentales: población, territorio y gobierno.”
Como parte de nuestro análisis, Seguridad Nacional: “Es la condición de paz, libertad y justicia social y económica, que procura el Estado mexicano, dentro de un marco de derecho, aplicando el poder nacional para alcanzar y mantener los objetivos nacionales; garantizando la integridad, soberanía e independencia” (GTM, SEDENA, 1997).
Entonces, la seguridad nacional se desarrolla en varias dimensiones económicas, políticas, sociales, culturales y humanas, además de garantizar la soberanía e independencia del país al fortalecer sus capacidades militares e institucionales de fuerza y estrategia de autoridad, en defensa del Estado-Nación frente al miedo y temor de la amenaza del otro o de los otros, entre ellos está la vertiente de la disminución de la pobreza, calidad en la educación, mejoramiento en la condiciones de salud, respeto a los derechos humanos, seguridad humana, equilibrio del ecosistema solo para mencionar algunos que integran la visión multidimensional de la agenda de seguridad.
Esto significa que podrían existir amenazas o riesgos a la seguridad nacional en caso de ser afectados el sistema de libertades, la paz política y social, el desarrollo social o económico del país, lo que podría originar un estado de vulnerabilidad grave ante la amenaza o riesgo por la debilidad social, política o institucional y no exista capacidad de respuesta por omisión o ineptitud de un gobierno que pone en peligro la seguridad nacional del país que gobierna.