Por Donato Del Blanco
La falta de sueño afecta la memoria, el ánimo y la capacidad de concentración, según expertos.
¿Qué dice la psicología sobre las personas que sienten culpa al descansar?
Si usted no duerme bien por varias noches seguidas, su cuerpo y su mente comienzan a manifestar señales claras de deterioro.
Según comentó el psicólogo David F. Dinges, de la Universidad de Pensilvania, a la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés), los primeros síntomas psicológicos de la privación de sueño son la irritabilidad, el mal humor, la apatía y la dificultad para reaccionar ante estímulos cotidianos.
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Con el paso del tiempo, el mal descanso impacta la función cerebral, la salud emocional y hasta su seguridad en actividades tan comunes como conducir o trabajar.
No es un simple cansancio. La ciencia demostró que dormir mal deteriora funciones clave del sistema nervioso, del cerebro y del metabolismo, afectando su bienestar general.
Consecuencias mentales y emocionales de dormir mal
Uno de los primeros efectos de la falta de sueño es el desequilibrio emocional. Usted puede volverse más reactivo, impulsivo y tener menor tolerancia a la frustración.
No poder dormir
No conciliar el sueño puede generar estrés y dificultar el proceso de quedarse dormido. Foto:iStock
Estudios citados por la Fundación Nacional del Sueño (NSF, por sus siglas en inglés) indican que este estado puede provocar lapsos de atención, fallos en la memoria de corto plazo y hasta alucinaciones si el agotamiento persiste.
Además, se comprobó que la privación de sueño aumenta el riesgo de desarrollar trastornos psicológicos como ansiedad, depresión y trastorno bipolar.
Según investigaciones recientes, los cambios en la arquitectura del sueño —en especial la disminución del sueño REM— afectan la consolidación de la memoria y la regulación emocional.
Desde la perspectiva fisiológica, la falta de sueño crónica eleva el riesgo de padecer hipertensión, enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes tipo 2 y problemas inmunológicos. Usted también puede experimentar fatiga persistente, bajo rendimiento laboral, problemas digestivos y mayor vulnerabilidad frente a infecciones.
En el plano social, dormir mal genera mayor ausentismo laboral y reduce la capacidad de tomar decisiones acertadas. De hecho, según la Administración Nacional de Seguridad en las Carreteras (NHSA, por sus siglas en inglés), el sueño insuficiente es responsable de más de 1,500 muertes al año por accidentes de tránsito en EE. UU.
La terapia cognitivo-conductual demostró ser más efectiva que los fármacos en el tratamiento del insomnio, según estudios publicados en The Archives of Internal Medicine.
Esta terapia le enseña a identificar pensamientos y hábitos que interfieren con el descanso, y a reemplazarlos por conductas que favorecen un sueño profundo y reparador.