SEGURIDAD PRIVADA RESGUARDA EL CONGRESO

El pasado miércoles se presentaron disturbios y daños al edificio en medio de la designación de gobernador interino.

Luego de que ocurrieran disturbios que dañaron el mobiliario del Congreso del Estado, guardias de seguridad privada empezaron a resguardar el edificio a partir de este jueves.

A parte del personal que vigila el recinto que forma parte de la nómina del Poder Legislativo, se apreciaron guardias de la empresa de seguridad Celtas MG del Noreste, cuyas oficinas se ubican en la zona de Mitras, en Monterrey.

Uno de los agentes privados, mencionó que durante la tarde, se encontraban alrededor de 10 guardias resguardando los diferentes accesos del edificio, o recorriendo las habitaciones y pasillos de este mismo.

Teóricamente, el Congreso del Estado es un recinto que siempre está abierto, aunque el horario de oficina es desde las 9:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde.

En caso de que se genere alguna situación de disturbio, los guardias privados están autorizados para pedir refuerzos y proteger el recinto, según las palabras del guardia.

Esta medida de resguardar el edificio con agentes de seguridad privada se implementó tan solo un día después de la irrupción ciudadana que saturó el pleno de sesiones mientras se votaba la designación del gobernador interino.

Durante este suceso, por momentos se apreciaron fuertes forcejeos entre ciudadanos con el personal de seguridad del Congreso, e incluso con los diputados locales, principalmente los del PRI y el PAN, quienes a pesar del caos, no suspendieron la actividad legislativa y se nombró a Luis Enrique Orozco como interino.

Incluso, tuvieron que intervenir cerca de 100 elementos de la Fiscalía General de la Justicia, quienes ingresaron al pleno y poco a poco empezaron a desalojar a los ciudadanos que provocaron el desorden.

Por el paso de la muchedumbre, varios rincones del inmueble quedaron dañados, por lo que también fue necesario el acceso de ministeriales a lugares como el vestíbulo y el pleno para hacer las evaluaciones correspondientes.

Las agresiones contra los guardias de seguridad privada son una constante que desafortunadamente puede suceder

Las agresiones contra los guardias de seguridad privada es una constante que desafortunadamente puede pasar, ya que depende mucho de la educación y empatía de los usuarios finales del servicio, y desafortunadamente de quienes viven en residenciales donde se presenta más impunidad, señaló Carmen Dena Escalera, presidenta de Mujeres Empresarias y especialista en el ramo.

Los elementos pueden estar más expuestos en los cotos porque están una caseta de primer contacto y son el filtro; “hay gente que es muy intolerante, que han llegado incluso hasta a romper las plumas porque quieren salir de inmediato y hay todo un proceso”, manifestó.

Indicó que en los fraccionamientos cuando se cuenta con un guardia en una caseta, él deberá cumplir la función de abrir, registrar y dar la salida; “los visitantes sí son un problema”; también lo son los condóminos que tienen algún saldo pendiente en la administración y ya no se les dan las concesiones normales que a los que van al corriente y a veces esas personas son las que más violentan, por no darles el servicio como se debería.

Otro riesgo al que pueden estar expuestos los guardias es el caso en el que llegue un asaltante, al ser el primer filtro a él será al que amaguen, controlen o neutralicen; por lo que la gran mayoría de los cotos ya cuenta con cámaras de vigilancia al exterior, pero no al interior de las casetas.

Dena Escalera manifestó que también puede suceder con elementos de seguridad privada que trabajan dentro de las empresas, pero esto es en menor medida, porque existe un mayor control y hay sanciones por parte de los empleadores ante situaciones como estas.

Ante dichas situaciones la empresaria señaló que los guardias de seguridad están preparados para repeler agresiones incluso hasta físicas, pero la idea es que no sea responder con más agresión.

Cuando existen situaciones de golpes y violencia, la empresa de seguridad privada tiene que apoyar y asesorar a su elemento para que interponga su denuncia contra el agresor.

La empresas de seguridad privada deben de cuidar las edades del personal que contratan, porque los “chavitos” de 15 a 18 años no tiene el mismo control emocional que una persona ya más adulta, como para enfrascarse en una pelea.

 

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