En el Foro Finanzas, Género e Inclusión, organizado por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, Inmujeres y Condusef, se reveló que hasta 2020, sólo una de cada seis instituciones financieras en el país tiene diseñados productos con enfoque de género.
Actualmente no existen suficientes productos y servicios financieros con perspectiva de género, enfocados específicamente a las necesidades de las mujeres y es urgente el diseño y promoción de éstos, porque el rezago afecta la autonomía económica de ellas y las deja en una situación de vulnerabilidad, advirtieron especialistas durante el Foro Finanzas, Género e Inclusión.
En el encuentro organizado por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), Inmujeres y Condusef, se reveló que hasta 2020, sólo una de cada seis instituciones financieras en el país tiene diseñados productos con enfoque de género. “Solo el 23% de los bancos; 26 % de las aseguradoras y 3% de las casas de cambio ofrecen productos específicos para mujeres”.
Sofía Belmar, presidenta de la AMIS, destacó que la brecha de genero financiera es un desafío relevante en el país ya que de cada 10 mujeres 4 cuentan con algún medio de ahorro formal y sólo dos cuentan con la protección de un seguro.
Ante esta situación, la representante de las aseguradoras, afirmó que el mayor reto de las instituciones financieras y de las políticas publicas es incrementar la inclusión financiera hacia las mujeres y dejar a un lado las soluciones homogéneas que no responden a las necesidades especificas.
“Es necesario que implementos una oferta de servicios con perspectiva de genero que garantice que las mujeres puedan acceder a los beneficios sociales y económicos que los productos financieros les pueden ofrecer”, afirmó.
Oscar Rosado, presidente de la Condusef, enfatizó la importancia de que las instituciones diseñen, realmente, productos y servicios con perspectiva de género y aprovechen las características de protección que tienen, por ejemplo, que históricamente son expertas en tener esquemas de protección y coberturas de riesgos de manera informal.
“Las mujeres requieren un tratamiento financiero enfocado a sus características (…) tienen experiencia amplia y sentido de responsabilidad. Hay una ventaja para estudiar y analizar”, dijo.
Además, enfatizó que la inclusión debe estar acompañada con educación financiera que proporcione información y elementos de decisión para elegir productos y servicios.
Actualmente existe el proyecto Minerva, enfocado a fortalecer las capacidades financieras de las mujeres. Esta plataforma incluye cursos sobre planeación, ahorro, crédito e inversiones.
Además, los diplomados y talleres en educación financiera que impulsa la Condusef, donde seis de cada 10 personas que se inscriben son mujeres.
Por su parte, Nadine Gasman, presidenta del Inmujeres, puntualizó que el instituto esta comprometido a cambiar la situación socioeconómica de todas las mujeres para que alcancen sus autonomías.
“Seguiremos construyendo redes y alianzas para que pronto contemos con un sistema financiero más justo, igualitario y solidario para todas, para que ninguna mujer se quede atrás ni afuera de éste”, afirmó.
