Al vivir en una zona sísmica, como en la Ciudad de México, es vital conocer cuáles son las zonas de mayor y menor riesgo, así como saber qué puntos considerar para estar preparados ante un evento de alta magnitud.
Cuando se va a edificar un inmueble, lo que representa un gran reto en urbes como la Ciudad de México (CDMX), son las características del terreno y del suelo lacustre, sobre todo si se trata de proyectos verticales o de gran dimensión estructural.
Por lo que las medidas a considerar en las construcciones deben ser muy rigurosas y deben tomar en cuenta varios aspectos de seguridad y planificación para evitar un posible colapso en caso de sismo.
Luego de los sismos del 19 de septiembre (de 1985 y 2017) que sacudieron a la CDMX, surgen dudas e inquietudes en torno a las viviendas, centros de trabajo o las zonas que se frecuentan: ¿Las edificaciones de la CDMX pueden soportar realmente los riesgos que supone un sismo de alta magnitud?
En respuesta a esta interrogante, ingenieros en planeación y control de riesgos de ESCALA comparten los 5 aspectos clave para la inspección, desde el punto de vista de la construcción e ingeniería civil, ante un posible sismo de gran magnitud.
Revisión estructural del inmueble: Debe estar a cargo de ingenieros geotecnistas, encargados de la cimentación acorde al tipo de suelo, y de ingenieros estructuristas, responsables de revisar que los proyectos no representen algún riesgo y que se tomen en cuenta las medidas estipuladas por el Reglamento de Construcción de la Ciudad de México.
Mejoras o ampliaciones del inmueble: Parte importante de la seguridad de las construcciones también es considerar que las posibles modificaciones que las personas realicen a un inmueble deben estar en manos de personal capacitado, pues modificarlas sin ningún cuidado puede alterar las condiciones óptimas de la construcción, propiciando un colapso en caso de sismo.
Ubica las zonas seguras y estructuras firmes: Reconoce zonas seguras que pueden existir en tu casa, escuela o lugar de trabajo para protegerte. Las columnas y trabes pueden ser zonas seguras, en cambio, las zonas de alto riesgo que debes evitar son las ventanas, escaleras, bardas en mal estado, postes, lámparas o anuncios espectaculares.
Mantenimiento preventivo: Los edificios que dan mantenimiento a sus equipos de manera trimestral, semestral o anual tienen menos riesgo de sufrir daños en caso de sismo. El mejor tip que podemos darte es dar mantenimiento a tu edificio de manera periódica, así los daños después del sismo son mucho menores y la seguridad de los habitantes es mayor.
Investiga: Es muy útil saber si la zona en la que vives puede ser afectada por movimientos sísmicos intensos; por ejemplo, puedes conocer cuáles son las alcaldías de la CDMX que se encuentran en mayor o menor riesgo de presentar daños estructurales en sus edificios durante un sismo en el mapa de zonificación sísmica elaborado por la Secretaría de Protección Civil capitalina, que clasifica en tres categorías el tipo de suelo en el Valle de México: firme, de transición y blando.
Ante un sismo ¿qué revisar inmediatamente en un inmueble?
Las zonas con un menor índice de riesgos y peligros ante sismos son aquellas formadas por roca volcánica o que se encuentran cerca de las colinas en la CDMX. Alcaldías como Álvaro Obregón, Cuajimalpa y Magdalena Contreras, al igual que algunas regiones de la delegación de Miguel Hidalgo, se consideran fuera de peligro ya que se asentaron sobre el volcán San Miguel, por lo que el suelo está conformado por derrames de lava.
También la mayor parte de las delegaciones Milpa Alta, Tlalpan y Xochimilco se encuentran sobre lava porosa y derrames de lava basálticos que conforman la Sierra de Chichinautzin. Entre las zonas de menor intensidad se encuentran: Ciudad Universitaria, Ajusco, Pedregal de San Francisco en Coyoacán, Lomas de Chapultepec, y las secciones uno, dos y tres de Polanco en la alcaldía Miguel Hidalgo.
Zonas de mayor riesgo en la CDMX
La Ciudad de México fue construida sobre lagos, las zonas más vulnerables de la ciudad, por lo que presentan un mayor movimiento sísmico debido al agua que hay por debajo del pavimento; los suelos muy blandos con altos contenidos de agua favorecen la amplificación de las ondas sísmicas.
El norte y el oriente de la CDMX son las regiones más vulnerables ante sismos de gran magnitud. Entre las alcaldías con los más altos riesgos se encuentran: Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Iztacalco y Tláhuac.
La zona del Centro Histórico ha tenido los mayores daños en los dos terremotos del 19 de septiembre, algunas de las colonias más afectadas son: la Roma Norte, Narvarte, Juárez, Doctores, Tlatelolco y Tabacalera.