Aunque se han hecho adecuaciones viales para mejorar la infraestructura vial, eso no se ha traducido en menos accidentes.
Las deficiencias que aún registra el transporte público, así como los cada vez más severos congestionamientos viales han provocado un aumento significativo en el uso de bicicletas y motocicletas en Ciudad de México, lo que ha generado nuevos problemas de movilidad urbana, advirtió el profesor del Instituto de Ingeniería de la UNAM, José Antonio Olvera Andrade.
El especialista en Ingeniería del transporte comentó que en los últimos años se ha registrado un incremento exponencial en el uso de la bicicleta, específicamente para trasladarse al trabajo, a la escuela o para repartir comida y, en consecuencia, también ha aumentado el número de accidentes entre ciclistas y vehículos motorizados en la capital del país, principalmente ante la falta de una educación vial adecuada.
Durante el Segundo ciclo de charla con expertos Claroscuros de la movilidad urbana, un enfoque interdisciplinar organizado por el Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad (PUEC) de la UNAM, los expertos analizaron, en una primera sesión, los desafíos de la seguridad vial en dos ruedas.
Olvera Andrade apuntó que después de los peatones, los ciclistas se han convertido en la población más vulnerable al circular por la Ciudad, y el hecho de que en algunas zonas se hayan realizado adecuaciones viales para mejorar la infraestructura ciclista no necesariamente significa que se ha traducido en menos accidentes, de hecho los principales que sufren los ciclistas son por choque, caída y atropellamiento.
De acuerdo con la información disponible en diferentes fuentes, de 2018 a 2022 la alcaldía Cuauhtémoc ocupó el primer lugar en el número de viajes y de accidentes entre vehículos motorizados, seguida de las alcaldías de Iztapalapa, Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Gustavo A. Madero.
De igual forma se destaca que en la población más joven, de entre 25 a 34 años, es donde se han registrado más lesionados o personas fallecidas, seguidos del rango de edad de entre los 15 y 24 años.
“Esto podría relacionarse con la forma de cómo conduce un ciclista, si no se utiliza la infraestructura que hay en las vialidades, no se maneja con la protección mínima, como es un casco, o circulan a exceso de velocidad o de manera imprudente. Muchas veces los ciclistas exigen ese derecho y quieren ganar ese terreno en las vialidades, pero desafortunadamente no hay una capacitación ni existe un reglamento para que ellos también conozcan tanto sus obligaciones como sus derechos.”
Indicó que de acuerdo con la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, de 2002 a la fecha, se han logrado avances importantes en infraestructuras ciclista, en vialidades principales y secundarias, con el fin de integrar nodos de transporte público con conexión para usuarios de bicicletas, para lo cual se han construido ciclovías, ciclocarriles o carriles compartidos con el transporte público, además de senderos recreativos biciestacionamientos y las llamadas ciclo estaciones Ecobici.
Sin embargo, señaló, todos estos esfuerzos se concentran básicamente en el centro de la ciudad, lo cual no resuelve el problema de movilidad en la periferia, donde los riesgos siguen latentes.
Resaltó que la información estadística que se tiene sobre el número y tipo de accidentes registrados entre ciclistas y vehículos automotores es incompleta, limitada y fragmentada, lo cual impide contar con análisis adecuados que permitan realizar una correcta actualización de los reglamentos de tránsito o mejoras en las políticas de movilidad que consideren estas nuevas realidades
Finalmente, José Antonio Olvera consideró que para que el uso de la bicicleta se convierta en una alternativa real que contribuya a mejorar la movilidad de ésta y otras grandes urbes, lo primero es reducir el número de accidentes.
Un primer paso, dijo, es hacer obligatorio el examen de manejo como requisito indispensable para obtener la licencia de conducir, además de poner en marcha novedosas políticas públicas, que vayan más allá de imponer multas o infracciones, enfocadas a fortalecer una verdadera cultura de educación en seguridad vial tanto para ciclistas como para conductores de vehículos automotores.
Por su parte, el también académico del Instituto de Ingeniería de la UNAM, Francisco Javier Granados Villafuerte, al referirse concretamente al aumento en el uso de las motocicletas, indicó que se trata de un fenómeno que responde a las nuevas necesidades de movilidad que tiene la población.
El principal problema es que la gran mayoría de los conductores de las motocicletas desconocen o no respetan el reglamento de tránsito, conducen a exceso de velocidad y están propiciando un serio aumento en el número de accidentes viales, enfatizó.
“Ha habido importantes actualizaciones al reglamento de tránsito, específicamente para quienes conducen motocicletas, en particular al uso del casco, la prohibición para que viajen menores o los límites de velocidad, pero si el gobierno no hace cumplir esas modificaciones, cualquier normatividad será letra muerta”, finalizó.